Maltrato animal en Ourense: achaca al calor la muerte de ovejas en “extrema delgadez"

El  ganadero Iván R.O., ayer en la sala de vistas del Penal 2.
photo_camera El ganadero Iván R.O., ayer en la sala de vistas del Penal 2.

Los juzgados de Ourense incoan cada vez más casos por maltrato animal: 137 entre los años 2014 y 2021

La versión del veterinario y los agentes del Seprona sobre la delgadez de las ovejas y cabras de una explotación ganadera en Nocedo de Pereira (Os Blancos) en el verano de 2021 no coincide. El primero valoró que, vistas desde el cierre de la finca, estaban “aparentemente delgadas” pero no las palpó -”con la lana no se aprecian los huesos”- para acreditarlo. Sin embargo, los guardias civiles hablaron de “extrema delgadez”. A esta última valoración se acogió ayer la fiscal Ana Delgado para pedir una condena por maltrato y abandono de animales para Iván R.O., de 28 años. Pero, según su abogada, no procede porque tan siquiera consta una autopsia que determine el porqué perecieron dos ovejas y tres cabras entre finales de mayo y septiembre de  2021. Otras dos morirían después.

El juicio de ayer en el Penal 2 tiene su origen en una denuncia del Instituto Armado tras una inspección en la explotación ganadera en julio y septiembre de 2021 tras, según confesaron los agentes, “las llamadas de algunos vecinos”. El inculpado admitió que no vivía en Os Blancos sino en Carballiño, pero negó la desatención que atribuye la Fiscalía. Según dijo, iba a atender el ganado “un día sí y un día no”.  La causa de la muerte la desconoce aunque cree que pudo ser debida “o calor do verán” porque, además, estaban sin esquilar.

Las condiciones en las que estaban eran pésimas

Los agentes, además, destacaron el abandono del resto de reses que sobrevivieron. “Las condiciones en las que estaban eran pésimas; sin agua y sin comida, encerradas y sin poder salir al exterior a buscarse la vida”, relató uno de ellos. La versión del veterinario sobre este extremo fue más coincidente: “Los animales estaban desatendidos, sin identificar; no vio comederos y daba la impresión que se alimentaban con lo poco que había por la finca”.

La Fiscalía reclamó una pena de 18 meses de cárcel, multa de cinco meses (a seis euros al día) e inhabilitación para la tenencia de animales durante cuatro años y cinco meses.  La abogada de la defensa insistió en que  “no se aplicó la mínima prueba de cargo para desvirtuar la presunción de inocencia”.  Destacó que el Seprona accedió a la finca sin autorización y que mintió cuando dijo que no había agua. E insistió en la falta de analíticas, necrosis o palpación física para determinar las causas de la muerte. 

Los casos judicializados han aumentado en los últimos años, con 137 delitos de malos tratos a animales domésticos entre 2014 y 2021, según los datos de la Fiscalía.

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