Un estudio realizado con mayores de Calvos y Baltar destaca los talleres de gimnasia o memoria

Mantenerse activo retrasa el envejecimiento hasta 10 años

Isabel Pérez, Miguel Pérez de Juan, Javier López y Ramona Rubio. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Una investigación realizada entre 83 personas con una edad media de 70 años y residentes en los concellos de Calvos de Randín y Baltar ha demostrado que mantenerse activo a través de talleres de gimnasia, memoria o manualidades, acompañado de la interacción social, retrasa en envejecimiento.
Si estas actividades se realizan de manera continuada, pueden ralentizar el proceso hasta una década, como se ha comprobado con el mismo estudio en Granada, donde lleva en marcha 13 años. Así lo expuso ayer Ramona Rubio, catedrática de Psicogerontología en la Universidad de Granada que, junto a Cáritas Diocesana de Ourense y la Fundación Barrié, pusieron en marcha este programa de envejecimiento activo.

En enero de 2011 comenzaron los preparativos con la selección de las personas que participarían en él y la formación de nueve monitoras, también vecinas de la zona. 'Vimos la posibilidad de ampliar los objetivos iniciales, es decir, no sólo intervenir en la población mayor de la zona rural, sino también trabajar con la población activa, a fin de generar alternativas de empleo', explicó Miguel Pérez de Juan, director de Cáritas Ourense.

La intervención a través de talleres básicos -que giraron principalmente en torno al deporte, la memoria y las manualidades- ha mejorado la calidad de vida, logrando 'que las personas mayores estén más satisfechas', tal y como apuntó Rubio.

Comparando la segunda medición -tras realizar las actividades- con la primera, se observaron diferencias significativas en cuanto al funcionamiento cognitivo, a través de un examen para valorar estos aspectos. También crece el optimismo, aunque en este apartado Ramona Rubio contempla mayor grado de pesimismo en el norte peninsular que en el sur. Por eso, apuesta por incidir en este aspecto con nuevos talleres en años venideros.

El estudio también demuestra que poder envejecer en el hogar por encontrarse en condiciones que lo permitan, repercute positivamente en la calidad de vida de las personas, pero supone también un ahorro a la Administración. Manuel Blanco, párroco de Randín y coordinador de la actividad, destacó la importancia del cariño y la necesidad de 'aprovechar la experiencia de los mayores', además de evitar la despoblación del rural.

El programa ha tenido unos costes de 66.599 euros, 40.000 aportados por la Fundación Barrié y 26.509 por Cáritas Ourense.

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