La protesta de 50 personas, que no pudieron entrar por estar el aforo completo, complicó el concierto

Manu Chao desborda el Xesteira

Manu Chao y uno de sus músicos a la llegada al Xesteira. (Foto: Xesús Fariñas)
El exceso de aforo permitido, que impidió la entrada a medio centenar de seguidores, ensombreció ayer el concierto de Manu Chao y su orquesta ‘Radio Bemba Sound System’ en la ciudad. La actuación, en el café-teatro Xesteira, se retrasó por las protestas de los que quedaron fuera, obligados por la Policía Local, que priorizaba la seguridad del lugar y consideraba que el aforo estaba completo. Con todo, Chao y orquesta hicieron vibrar a un público entregado que había agotado las entradas hace ya dos semanas.
Próxima estación... A Coruña. El tren de la ‘pregira’ del ‘Tombolatour’ de Manu Chao y su orquesta ‘Radio Bemba Sound System’ hizo ayer una parada en Ourense para tocar ante un aforo de 1.100 personas entregadas que habían agotado las entradas apenas unas horas después de que el café-teatro Xesteira las hubiera puesto a la venta.

El problema fue que, según los asistentes, se vendieron entradas sin numerar y se sobrepasó, precisó la Policía Local, el aforo permitido, por lo que medio centenar de seguidores del cantante y su banda se quedaron fuera, protagonizando una sonora protesta. Los agentes, que estuvieron presentes en el concierto y priorizaron la seguridad del recinto, se aseguraron de que, aunque con retraso, el concierto se desarrollase al final con normalidad.

Mientras, el cantautor de origen gallego había llegado al local a las siete de la tarde, junto a su equipo, al que el mismo definió como ‘un lujo’. Lo hacía con las ganas con la que afronta sus conciertos gallegos, ensayos de lo que será ‘Tombolatour’, que arranca en Francia el día 29 de mayo. Aunque fiel a su estilo, el propio Chao anunciaba antes del concierto ‘más guitarra y más rock’ en su música. Y así fue. Sonó ‘La radiolina’ -su último disco y, haciendo honor a uno de sus temas sirvió de ‘Kitapena’ para su auditorio, que agradeció las versiones de sus ya clásicos ‘Clandestino’ y ‘Desaparecido’. Lástima que el objetivo del artista -que ‘la gente se divierta y se lo pase pase bien en las horas que dura el concierto’- se viese en parte frustrado por el sobreaforo. Eso sí, su mensaje sigue siendo que ‘pase lo que pase, próxima estación, esperanza’.

Con este concierto, que abrió como telonero el grupo ‘O Sonoro Maxín’, el público tuvo la ocasión de disfrutar del ex de Mano Negra, al que no veía en directo hace años.

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