El primer pleno de la nueva corporación del Concello de Ourense fue breve y sin alboroto, a excepción del malestar del BNG por las sillas que le adjudicaron. Una vendetta de Jácome a los nacionalistas, dicen estos últimos. Quedaron en hablarlo. El asunto del pleno era un mero trámite: la renuncia del acta de concejal del socialista Alfonso Pavón, sitio que ocupará Alba Iglesias. A los cinco minutos terminó la sesión, que quedó más bien marcada por dos grandes ausencias: el líder del PP, Manuel Cabezas, que no acudió por asuntos personales y Paco Rodríguez, líder del PSOE, que tenía unas vacaciones programadas. La papeleta de justificarlos le tocó a sus compañeros, el popular Jorge Pumar y la socialista Natalia González. Lejos de una dimisión -Cabezas lo dejó caer tras la investidura-, ambas formaciones defienden que sus candidatos se quedarán como ediles.
Pumar aseguró que el grupo municipal le propuso a Cabezas que se quedase: “Manuel Cabezas no va a dimitir, va a quedarse. Vamos a hacer una oposición férrea”. Avanzó que la portavoz municipal será Inmaculada Moreiras y los viceportavoces Pepe Araújo y Miguel Ángel Michinel. Este último tampoco acudió: tenía reunión en Madrid.
Natalia González, sobre la ausencia de Paco Rodríguez, mencionó las citadas vacaciones. “¿Estará en las próximas sesiones?”, preguntaron los medios. “Nós constituímos con normalidade o grupo municipal socialista”.
La cuarta ausencia fue la de Francisco Lorenzo, de DO, alias “El Conseguidor”.
El BNG pide control
El nuevo grupo municipal del BNG, en el que repiten Luís Seara y Rhut Reza, ahora acompañados por Xosé Manuel Puga y Erea Blanco, exige mayor control en las contrataciones del Concello de Ourense tras las presuntas prácticas irregulares del alcalde reflejadas en los audios de La Región. Seara recordó que “todo e canto se fai a día de hoxe no Concello esta baixo sospeita logo de todas as informacións coñecidas nas últimas semanas”. Entre las medidas de fiscalización, los nacionalistas proponen que la oposición pueda ejercer ese mayor control y “ter un maior coñecemento” en los procesos de contratación.
