Quién es quién en los audios de la trama que acorrala a Jácome, alcalde de Ourense

Conseguidores, recaderos, asesores y otros personajes del entorno del alcalde, en el escándalo que ha saltado a la luz

“En un primer momento, todos fuimos engañados. Jácome decía que el dinero era para el partido. Pero ahora que nos fuimos, los que están en su círculo tras nuestras denuncias, ¿qué piensan?, ¿qué les cuenta? Jácome es el cabecilla, pero esto es una trama”.

Así de descriptivo se mostraba Bruno Blanco, exasesor de Jácome, el primero que denunció en los tribunales al alcalde y líder de Democracia Ourensana en septiembre de 2020, por las mordidas a los asesores y financiación irregular, tras conocer el contenido de los audios que ha difundido La Región esta semana, y que han puesto patas arriba la vida municipal.

Quién es quién en los audios de Jácome.
Quién es quién en los audios de Jácome.

Los personajes que rodean al regidor no tienen nada que ver con los del inicio de mandato. La diferencia es que los que siguen su juego ahora saben a qué juegan. Lo que entonces parecía un plan exclusivo del alcalde, ahora se perfila ya como un ajedrez en el que todas las piezas saben el rol que desempeñan en un submundo de turbias conversaciones secretas. Los propios ediles de la oposición ya no conocen a la mayoría de personas que conforman el círculo más cercano del alcalde, quien ha ido cambiando sistemáticamente de personal de confianza hasta dar con las teclas que buscaba para engarzar su engranaje.

Es su cortijo, según la oposición. El piano instalado en su despacho suena como una metáfora de lo que es hoy el consistorio. 

Pagos en B supuestamente recibidos por empresas interesadas en concesiones municipales, comisiones por obras y “mordidas” al sueldo del personal eventual… Los audios divulgados por este periódico sitúan al alcalde a la cabeza de una presunta trama en la que tiene como mano derecha a su jefe de Gabinete, Francisco Lorenzo, pero en la que también formarían parte asesores y confidentes -en este caso, concejales de su propio grupo-. Todo ello, centralizado en plena Praza Maior, en la Casa do Concello, convertida en un coto privado en el que solo se mueven los suyos, después de vaciarlo de servicios (antes había oficinas de atención al ciudadano, registro, padrón…). Es su cortijo, según la oposición. El piano instalado en su despacho suena como una metáfora de lo que es hoy el consistorio. 

Lo que no esperaba Jácome es que todos sus “secretos” acabasen por salir a la luz, a través de unas grabaciones que dejan pocas dudas sobre su modus operandi.

Esta convulsa semana de audios ha servido para que la ciudadanía empiece a poner nombres y apellidos a los que participan en esos tejemanejes del alcalde, orientados no a conseguir unas “limosnas” sino a “meter el palo a lo grande”. Al menos eso dice en unas grabaciones en las que huelga la interpretación periodística. 

...se habla “con total confianza” del manejo de “dinero negro”, en boca del propio alcalde

El ingeniero de caminos Francisco Lorenzo, jefe de Gabinete desde diciembre de 2021, fue anunciado entonces  como el hombre que controlaría “todos los temas técnicos de todas las concejalías”. Fran, ese hombre por el que supuestamente pasaban todas las obras, es la persona más citada en las grabaciones. Fue contactado por este periódico, pero rehusó hacer declaraciones “en este momento”. 

Denominado por el propio Jácome como “el conseguidor” -intermediador entre las empresas constructoras y el alcalde, con una labor muy activa, que escapa incluso a los controles del regidor- es el encargado de proteger sus negocios y de que este no tuviera  que dar la cara en caso de que todo saliera a la luz, como ha sucedido. Se movía supuestamente entre las empresas pidiendo lo que Jácome denomina “limosnas” de 30.000 euros, pero esto desata los temores del regidor a que los acaben cogiendo, e incluso valora no llevarlo en la lista electoral: “Nos van a pillar con limosnas; si metes el palo, mételo a lo grande”. 

Su rol parece claro: encubrir al regidor. “Él piensa que el de Extraco  le está dando el dinero para él y no pa mí. El de Extraco a mí no me da nada”

Su rol parece claro: encubrir al regidor. “Él piensa que el de Extraco  le está dando el dinero para él y no pa mí. El de Extraco a mí no me da nada”, confiesa el alcalde a uno de sus confidentes, Antonio Fernández Martín, uno de los tres concejales que lo acompañaron en la segunda mitad del mandato, y habitual interlocutor de Jácome. Es,  junto a Armando Ojea,  fiel escudero, principal interlocutor y perfecto conocedor  de todo lo que se cuece. 

En su núcleo duro aparece también un viejo amigo -que ha vuelto tras años de desencuentros-, Rafael Martínez Cachafeiro. Sería él finalmente el que habría participado en el amaño de una multa, al identificarse como conductor del vehículo del alcalde multado en Vigo, un asunto que apunta a fraude en un primer audio desvelado en La Región. En él, Jácome intentaba convencer a dos trabajadores municipales de que la asumiesen: “Lo que no pueden hacer es que me pillen; con eso pierdo votos”.

Jácome intentaba convencer a dos trabajadores municipales de que la asumiesen: “Lo que no pueden hacer es que me pillen; con eso pierdo votos”.

En otro escalón de este lodazal verborreico figura, al menos, según uno de los audios, otro miembro de la larga lista de eventuales que maneja, una veintena larga . Ejercería un rol de “recadero”, sin una parte tan activa como “el conseguidor”, pero sí contactando con alguna empresa de parte del alcalde para financiar su campaña, el partido y la televisión, con dinero “en A o en B”. Quienes lo conocen identifican la voz como la de Vicente Dibuja, auxiliar político desde octubre de 2021. Él niega tajantemente ser esa persona que explica en una de las conversaciones que un empresario “te va a dar eso, 22. Doce en A y diez en B. ¿Vale?”, en una estancia en la que están Jácome y Armando Ojea presentes y se habla “con total confianza” del manejo de “dinero negro”, en boca del propio alcalde.  

“No tengo nada que decir, no sale mi nombre, no tengo ni idea. Yo soy un trabajador, que hago mi labor de auxiliar relacionada con la gestión cultural. El que diga que salgo yo, que lo demuestre”, señala a este diario el propio Dibuja.

En todo caso, estas son solo algunas de las principales piezas de un puzle en forma de “trama” que aún tiene capítulos por completar.

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