Derribaron las construcciones expropiadas y allanan el terreno donde está prevista la instalación

Las máquinas ya preparan la zona de la nueva depuradora

Los trabajos han convertido el solar y edificios de Casa Rial en pilas de cascotes. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La construcción de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), que reemplazará a la existente, situada en Reza, ya está en marcha después de que el Concello de Ourense finalizase la expropiación de los terrenos necesarios para estos trabajos a comienzos de mes. Operarios y máquinas excavadoras ocupan la explanada donde se ubicará la depuradora, y se han iniciado los trabajos de demolición de los edificios colindantes a la antigua. Entre ellos, un lugar de encuentro durante décadas de miles de ourensanos, el conocido restaurante Casa Rial.
El cambio en el paisaje ya es más que patente al recorrer el lugar. Donde antes se encontraba el local hostelero y otras viviendas, rodeadas de amplias y frondosas áreas arboladas, ahora se localiza un extenso yermo de lodo y grava, rodeado de una alambrada, en el que los últimos cascotes de los edificios expropiados caen por efecto de la única pala excavadora activa en el lugar, y se acumulan lejos de la carretera OU-CV-402.

Precisamente, son estas tareas las que están provocando que un tramo del paseo fluvial de las Ninfas esté cortado durante los días hábiles hasta el próximo viernes 29 por razones de seguridad. En concreto, las actuaciones que han generado este corte son el desvío de la línea eléctrica que abastece a la antigua depuradora así como un tramo del colector de entrada a la nueva.

A continuación, siguiendo con el plan de actuaciones previsto, se levantará la nueva planta, que triplicará el caudal medio de agua tratada de la existente -pasará de los 285 litros por segundo actuales a los 835-, que será demolida en enero de 2016, cuando concluyan estos trabajos, y en cuyos terrenos se acondicionará una zona forestal y un parque público.

El presupuesto de la construcción de esta nueva depuradora asciende a los 49 millones de euros, repartidos en cerca de 37 millones, aportados por el Gobierno central, a través de la Sociedad Estatal AcuaNorte, con subvenciones del Feder europeo; 10 millones, destinados por la Xunta de Galicia; y dos millones, aportados por el Concello de Ourense.

Sin embargo, la mayoría de los vecinos de Reza mantienen su escepticismo sobre este proyecto, dado que, según sostienen, sigue sin cumplir la normativa -al igual que la anterior- que obliga a las construcciones de estas características a ubicarse a más de 2.000 metros de cualquier núcleo de población, una denuncia que fue avalada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia hace diez años y que, con el argumento del riesgo ecológico, ha retrasado la clausura de la depuradora actual hasta su demolición, a ejecutar en tres años. No obstante, algunos de ellos coinciden en la necesidad de renovar la planta, aunque insisten en que la nueva EDAR debería situarse lejos de las viviendas.

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