Las máquinas comenzaron a trabajar esta semana en la rúa Marcelo Macías, una obra con plazo de un año para terminar. Por el momento, las colas y los atascos se hacen patentes con las modificaciones en el tráfico, pero también en los negocios: "Estamos viviendo un momento difícil a causa del covid-19 y ahora le sumamos esto, nos arruinan", cuenta Francisco García, quien regenta uno de los establecimientos de esta arteria de entrada y salida a la ciudad.
Los cortes afectan a los vehículos que salen de Ourense, que tienen que desviarse por la avenida de Portugal. Los de entrada, emplearán el único carril habilitado hasta dicha avenida y, a partir de ahí, comparten un carril en cada sentido hasta la rúa Progreso. "Vainos fastidiar moito e xa notamos que temos menos xente", cuentan desde otro negocio. La falta de plazas de aparcamiento, el mayor hándicap al que se enfrentan: "Somos unha rúa que vive do tránsito e da xente que para e, agora, non hai onde", comenta Juan Iglesias, que regenta un negocio de alimentación en Marcelo Macías.
La falta de espacio de estacionamiento, preocupa entre sus comerciantes. En el caso de un negocio de pinturas, la dificultad para descargar mercancía de peso tanto para ellos, como para los clientes: "No sabemos lo que va a pasar para poder cargar y descargar, movemos una media de 20 a 25 palés a la semana, con venta de kilos de pintura", señala Estrella Vázquez. A la hora de confeccionar el plan de obra, asegura que "no nos tuvieron en cuenta" y que incluso "nadie vino a decirnos lo que va a pasar".
Convivencia de un año
El tiempo fijado para la finalización de las obras en Marcelo Macías se ha marcado en un año, algo que parece excesivo entre vecinos y comerciantes: "Non se pode botar un ano así, sempre que cumplan cas previsións e non vaian a máis", lamenta Juan Iglesias. Su recomendación para una obra de este calibre es trabajar "sete días á semana as 24 horas". Esto es algo que comparte Nieves Fernández, vecina de la zona, quien aguanta "os ruídos, se fai falta", para que finalicen cuanto antes: "É un caos ter isto así, podían traballar todos os días porque o que importe é que acaben pronto", comenta.
Algunos viandantes destacan el "caos" que supone cruzar entre maquinaria, conos y operarios dirigiendo el tráfico. Pese a ello, algunos comerciantes señalan la necesidad de acometer estas obras. "Precisámolas porque cando hai tormentas e chove moito, os locais énchense de auga", explica Fernando Álvarez, hostelero de la zona.
El lunes, cortes de agua
Los vecinos y negocios comenzarán con un corte del suministro de agua el lunes de 7,30 a 11,30 horas por causa de las obras. Los edificios que se verán afectados son los 11 y 13 de la rúa Progreso, además de los pares del 12 al 26 en Marcelo Macías.
