El escritor e investigador Marcos Valcárcel recibió ayer en el Teatro Principal de la ciudad el premio Otero Pedrayo 2008, por su destacada trayectoria a favor de la cultura gallega. El ourensano aprovechó el acto para reivindicar que a dereita galega ten moito que aprender para construir un país sobre o seu propio idioma.
Un recital poético a cargo de los actores Josito Porto y Nate Borrajo, de Sarabela Teatro; aperturas de violín y piano, de los músicos José Manuel Álvarez y Andreu Rivera, y discursos institucionales del presidente de la Diputación, José Luis Baltar, y del director xeral de Cultura, Francisco López Rodríguez, centraron ayer el acto de entrega del premio Otero Pedrayo, que en esta ocasión recayó en el historiador, escritor y periodista ourensano Marcos Valcárcel.
Entre el centenar de asistentes al acto, que tuvo lugar en el Teatro Principal, se encontraban el alcalde, Francisco Rodríguez; el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo; diputados, senadores y parlamentarios autonómicos de los tres partidos políticos, así como representantes de la vida cultural y artística de la provincia.
El jurado seleccionó a Valcárcel para el premio por su trayectoria de 30 años en favor de la cultura gallega y por su generosidad, lucidez, recuperación y puesta al día del legado intelectual gallego. En palabras de José Luis Baltar, presidente de la Diputación provincial, entidad que propuso a Valcárcel para recibir el galardón este año, a intelectualidade ourensá e galega vive nunha época de efervescencia, e proba de eso é Marcos, con quen temos unha enorme débeda que aínda non está saldada.
Minutos más tarde, durante su discurso, Valcárcel, quien estuvo auxiliado por su esposa para leer el discurso, hizo un llamamiento a militantes y dirigentes de todos los partidos políticos, para traballar en favor do legado único de Ramón Otero Pedrayo, que non é privativo de ningunha ideoloxía.
El galardonado por el premio, instituido por la Xunta en colaboración con las diputaciones provinciales y universidades gallegas, instó por reivindicar a Otero Pedrayo, que fue unha celebridade europea do século XX, aínda que pola súa obra e pensamento cabería en calquera época.
Valcárcel recordó, además, que Otero Pedrayo era profundamente católico pero tamén panteísta, con ese amor á Terra con maiúsculas que profesaban os galeguistas da Xeración Nós, por lo que instó a que también a dereita reconozca la labor de este intelectual como ata agora fixo a esquerda, lado ideolóxico do que proceden a inmensa maioría dos estudos que se fixeron da súa vida e obra.
En este sentido, señaló que a dereita galega ten tamén moito que aprender e coñecer, a través da obra oteriana, tanto da armonía coa fala como do seu paisaxismo galego, superior en palabras ó dos pintores coas súas cores.
Por último, detalló las labores pendientes en la recuperación de la obra de Otero Pedrayo para desarrollar si tiviese forzas, que non é o meu caso, agregó el premiado. Entre ellas, aludió a la recuperación de las obras de teatro para ponerlas en escena, como se hizo hace años con A Lagarada, recuperar y reunir los numerosos artículos con los que colaboró en publicaciones de la emigración en América y Europa y en diarios gallegos como La Región y La Noche.
Entre el centenar de asistentes al acto, que tuvo lugar en el Teatro Principal, se encontraban el alcalde, Francisco Rodríguez; el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo; diputados, senadores y parlamentarios autonómicos de los tres partidos políticos, así como representantes de la vida cultural y artística de la provincia.
El jurado seleccionó a Valcárcel para el premio por su trayectoria de 30 años en favor de la cultura gallega y por su generosidad, lucidez, recuperación y puesta al día del legado intelectual gallego. En palabras de José Luis Baltar, presidente de la Diputación provincial, entidad que propuso a Valcárcel para recibir el galardón este año, a intelectualidade ourensá e galega vive nunha época de efervescencia, e proba de eso é Marcos, con quen temos unha enorme débeda que aínda non está saldada.
Minutos más tarde, durante su discurso, Valcárcel, quien estuvo auxiliado por su esposa para leer el discurso, hizo un llamamiento a militantes y dirigentes de todos los partidos políticos, para traballar en favor do legado único de Ramón Otero Pedrayo, que non é privativo de ningunha ideoloxía.
El galardonado por el premio, instituido por la Xunta en colaboración con las diputaciones provinciales y universidades gallegas, instó por reivindicar a Otero Pedrayo, que fue unha celebridade europea do século XX, aínda que pola súa obra e pensamento cabería en calquera época.
Valcárcel recordó, además, que Otero Pedrayo era profundamente católico pero tamén panteísta, con ese amor á Terra con maiúsculas que profesaban os galeguistas da Xeración Nós, por lo que instó a que también a dereita reconozca la labor de este intelectual como ata agora fixo a esquerda, lado ideolóxico do que proceden a inmensa maioría dos estudos que se fixeron da súa vida e obra.
En este sentido, señaló que a dereita galega ten tamén moito que aprender e coñecer, a través da obra oteriana, tanto da armonía coa fala como do seu paisaxismo galego, superior en palabras ó dos pintores coas súas cores.
Por último, detalló las labores pendientes en la recuperación de la obra de Otero Pedrayo para desarrollar si tiviese forzas, que non é o meu caso, agregó el premiado. Entre ellas, aludió a la recuperación de las obras de teatro para ponerlas en escena, como se hizo hace años con A Lagarada, recuperar y reunir los numerosos artículos con los que colaboró en publicaciones de la emigración en América y Europa y en diarios gallegos como La Región y La Noche.
