Más del 15% de los especialistas de Primaria en Ourense se jubilarán en dos años

Un médico del nuevo centro de salud de Paderne, en consulta con un paciente (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Un médico del nuevo centro de salud de Paderne, en consulta con un paciente (ÓSCAR PINAL).
Los centros de salud perderán a un centenar de facultativos y enfermeras que llegan a la edad del retiro sin un repuesto

La Atención Primaria afronta un difícil futuro en los próximos años. La generación del “baby boom”, los nacidos entre 1957 y 1977, comenzarán a jubilarse a partir de 2022 y la sanidad pública sufrirá sus consecuencias, en especial los centros de salud. La previsión en la provincia es que más de un centenar de médicos y enfermeras de familia cumplirán la edad de jubilación en dos años, más del 15% del total, sin un recambio. 

El Colegio de Médicos de Ourense estima que 45 médicos de Primaria podrán jubilarse en 2022 y 31 estarán en condiciones de hacerlo en 2023. En ese caso, más de 70 facultativos, de los 609 que hay en esta especialidad, se retirarían. Desde el colectivo no se descarta que muchos se vean en la obligación de posponer su jubilación por la falta de relevo.

La Enfermería también se encuentra en una situación similar y se agudiza por una alta movilización de personal exclusiva para la campaña de vacunación frente al covid. El sindicato Satse calcula que en 2022 se retirarán 31 profesionales de Enfermería en Primaria, mientras que en 2023 serán 30. “Es un nivel alto de jubilaciones”, reconoce Pilar Oviedo, secretaria provincial de Satse en Ourense.

Más de 60 profesionales alcanzarían la edad de jubilación de las 270 que se estima trabajan en los centros de salud del área sanitaria. Entre estas jubilaciones hay seis anticipadas, pero también otras que podrían prolongar su actividad laboral por la falta de personal. De hecho, en este 2021 siete especialistas solicitaron una prórroga. 

Los servicios de Primaria se encuentran saturados por la pandemia, ya que hacen el seguimiento de los casos domiciliarios, pero también a otros pacientes cada vez son más complejos por el envejecimiento de la población. “La pandemia mantiene ocupada a una gran parte del personal, especialmente de Enfermería con la vacunación. Las agendas están disparadas porque las sustituciones son insuficientes”, señala Oviedo.

OTRAS ESPECIALIDADES

Las jubilaciones se concentran en médicos y enfermeras de familia, pero se extiende también a otras especialidades. El servicio de Pediatría es una de ellas: por este motivo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado más profesionales para su formación. De hecho, el Concello de Pereiro remitió hace un mes al Sergas la petición de un pediatra para que se incorpore a su centro de salud.

El Colegio de Médicos cuenta con que 51 facultativos de diferentes especialidades en centros públicos y privados puedan jubilarse. En el caso de la Enfermería, Satse calcula que 130 profesionales puedan retirarse hasta 2023. El sindicato estima que hay en torno a 1.500 enfermeras activas y lamentan que el Sergas no les facilite las cifras exactas del personal en activo de Enfermería del área sanitaria.

PLAN ESPECIAL

Feijóo alertaba hace unas semanas de un posible “colapso sanitario” por las jubilaciones y el déficit que dejarían en Primaria. El presidente gallego estimó que unos 350 médicos se retirarán en dos años, de los cuales el 20% son de la provincia. Para hacerle frente, pidió un plan estatal que dote de profesionales a este servicio e incluso un MIR extraordinario que incorpore a nuevos doctores en formación.

Sin relevo generacional para encarar el futuro

El déficit de profesionales en Atención Primaria se ve afectado por la crisis demográfica, más agudizado para el servicio de Enfermería. No se forman los suficientes jóvenes para cubrir las vacantes, al igual que ocurre en otras profesiones. Las promociones de hace décadas terminaban con muchos más alumnos que las actuales, como un reflejo de que el grueso de la población no se encuentra entre los más jóvenes. “Nosotros tuvimos nuestro propio ‘baby boom’ con dos Escuelas de Enfermería en Ourense y era lo que necesitábamos ahora, porque no van a llegar las enfermeras para cubrir las plazas”, reconoce Pilar Oviedo, secretaria provincial de Satse. 

Hace cuatro décadas se podían graduar al año un centenar de enfermeras, que ahora empiezan a jubilarse. Ahora se gradúan en torno a la mitad. Oviedo señala otras dificultades como los “problemas de homologación del título”, en referencia a la Escuela de Enfermería de Chaves, en Portugal, que podría ayudar a nutrir el sistema sanitario. “Enfermería se enfrenta a un problema generacional”, destaca Oviedo. 

Además, reconoce también la falta de médicos y lo achaca a que el Ministerio de Sanidad  “no amplía los numerus clausus” que permitan disponer de más plazas para formar profesionales. “No hay gente y el personal, por ejemplo de Enfermería, es insuficiente y genera problemas de seguridad con el paciente”, añade.

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