El nuevo plan mantiene media docena de viejos proyectos millonarios
La Xunta acaba de dar luz verde a la negociación política del PXOM de Ourense, una vez emitido el pertinente informe ambiental favorable. Este era el último escollo de índole administrativo que quedaba por superar. El gobierno municipal convocará en próximas fechas a la oposición para intentar llevar a pleno la aprobación de un documento que esconde tras de sí una retahíla de proyectos que no han llegado a ser construidos, pero que permanecen en el plan que pilota el concejal de Urbanismo, José Cudeiro.
Entre estos, la unión de los dos campus, que volvió al presente hace unas semanas después de que la Consellería de Infraestruturas presentase su plan para mejorar la avenida Otero Pedrayo. Dos rotondas que sirvieron a los vecinos para recordar lo prometido en su día, y que se mantiene en el nuevo PXOM. No es el único. Sin contabilizar los terrenos parados y todavía no presupuestados, Ourense acumula, en solo seis proyectos en stand-by, más de 300 millones de euros de inversión pendientes de ser construidos. Proyectos listos para ser ejecutados y que, o se están demorando demasiado, o han caído en un estado de suspensión que roza lo permanente.
Accesos ciudad (153,6 mill.)
Una obra ya proyectada y la más factible en todo el listado está en la Variante Norte. Conectará la N-120, en Eirasvedras, con la N-525, liberando así de tráfico esos dos accesos a la ciudad y que acumula ya 23 años de trámites. En la N-525, en el enlace de A Casilla, es donde está programada, además, la llegada de dos autovías: la A-56 (Ourense-Lugo) y la A-76 (Ourense-Ponferrada). El coste total de estos nuevos accesos en Ourense sería de 153,6 millones
El pasado 27 de abril, Fomento sacó a información pública el trazado de la Variante Norte, de 1,7 kilómetros, con una partida presupuestaria de 3,2 millones (la ejecución ronda los 30). Este nuevo vial se iniciará en Quintela, donde enlazará con la N- 120, y acabará en el entorno del actual enlace de Eirasvedras de la N-120 con la A-52. Además de servir como arranque de la autovía de Lugo (A-56), este primer tramo de la circunvalación norte tiene especial trascendencia para cumplir con uno de los proyectos más significativos que ha planteado en materia vial el Concello en los últimos año y que acumula más de una década de espera: el bulevar termal.
Bulevar termal (5,6 mill.)
El bulevar "de los sueños rotos" parece que no tendrá solución a corto plazo. La que fue propuesta en la primera legislatura de Francisco Rodríguez sigue en el tintero, a la espera precisamente de que se ejecute la Variante Norte. No se le escapa a nadie la necesidad de mejorar los accesos termales a la zona de A Chavasqueira y Outariz, que es lo que, en teoría, vendría a solucionar este proyecto. Se trata de una avenida urbana que comunicará ambas zonas, de amplio potencial turístico. Para ello, existe un protocolo firmado entre Fomento y el Concello para transferir a la administración local ourensana el tramo urbano de la N-120 entre los puntos kilométricos 570 y 574 para construir este Bulevar Termal. Nada más se sabe. En stand-by, aunque el proyecto iniciado por el anterior gobierno socialista continúa en el nuevo PXOM. Tendría dos kilómetros de longitud, con una velocidad restringida a 30 kilómetros por hora, zona arbolada, carril bici y aparcamientos. Se habilitarían, además, salidas a las diferentes instalaciones termales que se reparten por la orilla del Miño. En el mejor de los casos, el 2021 se asoma en el horizonte como fecha para tener nuevas noticias.
Ronda bulevar (66,6 mill.)
Este ambicioso proyecto fue presentado el 27 de noviembre del 2008 en el Paraninfo del Otero Pedrayo. El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, y la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, intervinieron en la presentación donde dieron todo lujo de detalles de un proceso llamado a estar ejecutado "en cuatro o cinco años", como aseguró la propia edil. Lleva más de cincuenta años en la mente de la política ourensana, como eje vertebrador de la nueva expansión urbanística de la ciudad. De momento, no ha podido fructificar.
El proyecto , de 9,1 kilómetros, cohesionaría la ciudad conectando los barrios de O Couto, Rabo de Galo, Salto do Can, A Carballeira, Marcelo Macías, Finca Sevilla y Mariñamansa. Está pensado como una alternativa a la rúa do Progreso y la avenida de Zamora para atravesar la ciudad y descongestionar el tráfico del centro. Pero no ha visto la luz pese a que llegó a estar en muy avanzada proyección. También nuevas salidas hacia Vigo, Madrid, Barbadás, Celanova, Seixalbo o San Cibrao.
Pero la caída del PXOM lo imposibilitó. La nueva entrada y salida a la ciudad ya la preveían los Planes de Urbanismo de 1961, 1986 y 2003, y, como no, el que se pretende aprobar en próximas fechas. En los primeros años de Francisco Rodríguez no estuvo exento de polémica, cuando los vecinos de A Carballeira, agrupados en Carlasca, fueron muy críticos con el proyecto y llegaron a pedir al Concello el soterramiento de la Ronda Bulevar en la plaza de la Legión, algo que no se planteó.
Traslado del Campo de O Couto para O Cumial (52 mill.)
El proyecto Auria Verde preveía creación de un nuevo centro dotacional y de actividad en el barrio de O Couto, con el consiguiente traslado del campo de fútbol de O Couto hasta O Cumial. Así, los terrenos del estadio de fútbol actual albergarían un gran centro administrativo. El PXOM mantiene en previsión este proyecto, y el concejal Cudeiro dice que la pelota estará siempre en el tejado de la Xunta para poder ejecutar el proyecto.
Si se mantiene intacto el proyecto inicial, el coste del suelo en O Couto para desarrollar el proyecto supondrá un desembolso de 14.570.733 euros solo en la compraventa de la parcela (12.967.200 euros) y la demolición del estadio (sería de 1.478.956 euros), siendo el resto para gastos legales. Pero, en total, los gastos de explotación alcanzarían los 49 millones de euros que, unidos a otros colaterales, suman casi 52 millones, sin contar la adquisición de terrenos en O Cumial.
Eroski en A Farixa (30 millones)
Los proyectos de Eroski en A Farixa y Flager en Finca Santamarina (con implantación de El Corte Inglés) siguen adelante en el PXOM. Son dos de los llamados a ser principales focos de desarrollo de la ciudad. Ambas parcelas tienen junta de compensación constituida y, ambos están dando pasos, según confirman desde Urbanismo.
El proyecto de Flager en la Santamarina es uno de los afectados por las modificaciones del nuevo PXOM, en este caso por unos informes de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) que impiden alterar el curso de un regato, lo que ha obligado a cambiar ligeramente el proyecto. Aún así, se mantiene la proyección de las mismas zonas verdes y el mismo número de edificios que antes. Las parcelas ya han sido puestas a disposición de la junta de compensación que urbanizará la Finca y la que construirá este vial, que partirá de A Saínza, en las proximidades de la actual glorieta con la avenida de Zamora, avanzará en sentido a Regueirofozado y entroncará en el futuro con la rúa da Petanca. El comienzo de la urbanización no parece contar ya con muchos más obstáculos, siempre y cuando entre el PXOM.
También está en stand-by el Eroski de A Farixa, a la espera de que el PXOM se ponga en marcha. Se prevé la creación de un gran centro comercial, con un hipermercado, ochenta tiendas y unas 2.500 plazas de aparcamiento. En febrero de este año, la junta de gobierno aprobó, a petición de los propietarios de la parcela, los estatutos y bases de actuación para la gestión urbanística del polígono en esta zona, por lo que el proyecto parece totalmente retomado.
Las torres de 19 pisos en el Miño (9,1 millones)
Sorprendentemente, este proyecto aprobado en la época del PXOM de Manuel Cabezas sigue en previsión. Esta torre, situada en el entorno de A Chavasqueira, fue diseñada por el arquitecto Cabanelas y contemplaba la construcción de una torre de 19 alturas. De momento, el proyecto aguarda en cajón a por el nuevo PXOM.
