EN LA CIUDAD

Más aparcamientos, entre las peticiones vecinales para revitalizar A Carballeira

A Carballeira. 4-07-2017. A Carballeira, vistas del barrio. Paz
photo_camera La avenida de Marcelo Macías, ayer, soportando mucho tráfico.

Los residentes alertan del envejecimiento de la población y de la falta de dotaciones

nnnLos vecinos de A Carballeira se han hecho mayores. Alrededor de 4.000 forman el censo. Y el barrio también. La avenida de Marcelo Macías es el eje neurálgico. Ya lo dice la palabra, avenida. Entrada a la ciudad. Es a todas horas un hervidero constante de coches, con sus continuas retenciones. De coches, no de peatones. Pocos se ven por sus estrechas aceras, apenas unos cuantos valientes. Que van a tiro fijo o que quieren ahorrarse el autobús, que de todo hay. O andar sin más. Marcelo Macías es llana, pero para llegar al cogollo del barrio hay que subir cuestas. No muy pronunciadas pero cuestas. Otro problema.

Manuel Mosquera es el vicepresidente de la Asociación de Vecinos. Y presidente de Limiar, que agrupa a una treintena de la provincia.  Remarca que "la gente del barrio de toda la vida es hoy menos de la mitad del total de la población. Si no le das servicios..".

A él no le va mal su negocio, Funeraria Mosquera. "Bueno, me va para ir tirando. Tienes que explorar otras alternativas, el futuro está en internet". Otros, los más, han ido echando el cierre con el paso del tiempo. Desaparecieron tiendas de fotos, de zapatillas, mercerías... "Ultramarinos Noguerol siempre fue una referencia y ya no está, la bodega de al lado echará el cierre pronto porque a primeros de año se jubila el dueño... Los gobernantes se preocupan sólo de sus barrios, por mucho que algunas soluciones sean sencillas de ejecutar. Ya sabe, sin industria no hay trabajo" asegura.

Ni siquiera los bancos han sobrevivido. Apenas queda una sucursal. Negocios nuevos, los justos, un estanco y una tienda de muebles portugueses. Tabaco se compra a diario, muebles...

"El declive comenzó sobre todo cuando se terminó la autovía, mientras la construían había mucho obrero comiendo por aquí", remacha Mosquera.

 Hace calor, mucho. Una mujer musulmana baja completamente tapada con dos niños pequeños. Mosquera subraya que "los extranjeros compran lo justo, algunos de ellos se mezclan poco". En poco menos de cien metros, dos iglesias, una de ellas evangélica.

Más de medio siglo

Alimentación Iglesias lleva 62 años al pie del cañón. Alimentación en el rótulo, porque también hay productos de limpieza. Juan Iglesias está al frente. "Hemos pasado de todo, tiempos buenos, malos y regulares. Los de ahora son malos, tienes que vender el doble par ganar la mitad. Hay mucha competencia con los grandes centros comerciales. Sí, viene aquí la gente de toda la vida".

Carlos López regenta la carniceria A Carballeira. Lamenta también la falta de gente. "Llevamos dos años en el negocio y la cosa va despacio, hay poca gente y por lo tanto la venta es floja. Y ahora en verano... Aquí hay mucha gente mayor que se marcha al pueblo".

Con una sonrisa

Con una sonrisa atiende Oliva Carreira. Era pescadera y un día decidió hacerse jefa. Su tienda, A Peixería, era una peluquería hasta que llegó ella hace dos años. "Estamos empezando y poco a poco vamos mejorando. ¿Por qué me decidí a abrir una pescadería? Es que soy pescadera, pensé que habia llegado el momento de establecerme por mí misma".

A su lado está el bar Viena. 17 años en el barrio. "Vivimos tiempos regulares, por no decir otra cosa. Esto da para ir tirando, desde luego que no te haces rico. ¿Un bar un negocio seguro? Depende cuantos haya, como en todo. La clientela es fija, gente del barrio pero que ya va teniendo una edad". 

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