Más de mil ourensanos fueron desalojados de sus viviendas

<p></p>
photo_camera Ubaldina Estévez observa el monte quemado en Saá, ayer. (X. FARIÑAS)

Los agentes evacuaron a los afectados entre el domingo y lunes; algunos se quedaron combatiendo

Más de 70 pueblos de la provincia de Ourense sufrieron desalojos en la noche del domingo para el lunes por culpa de los fuegos que asolaron los montes ourensanos y el peligro de su cercanía a las casas. Algunas de las situaciones más complicadas se vivieron en zonas de la Baixa Limia, como las aldeas de Xermeade, Prado, Albite, en el concello de Muíños. "Ás tres da madrugada, a Protección Civil empezou a chamar ás casas para desaloxar a toda a xente, que foi enviada a Mugueimes, onde o pavillón municipal", relata Roberto Fernández, vecino de Xermeade.

No todos fueron evacuados, alrededor del 70% del total. "Na miña casa non se puido facer, porque temos dúas persoas dependentes e non había medios para podelos desprazar", dijo Fernández.

No fue una situación única en el pueblo, ya que unas 12 personas no fueron desalojadas, "e permanecemos en pé toda a noite loitando contra o lume, consguindo salvar variso garaxes a punto de arder", añade Fernández.

También fueron desalojados de forma preventiva los vecinos del núcleo de Cardelle, en el concello de Boborás. "Leváronnos para a aldea de Feás, a que está ao lado. Estivemos alí en pé e en garda durante varias horas ata que se foi calmando a situación e puidemos volver á casa", relata uno de su vecinos, José Antonio Prado.

No todos allí quisieron retornar la noche del domingo a sus viviendas. Algunos pasaron la noche en O Carballiño, en acomodamientos ofrecido por el Concello de Boborás. "Había xente maior de máis de 90 anos que non se atrevía a volver pola súa saúde e decidiron marchar ao hotel. Agora, choveo e parece que todo se camou", añadía Prado.

La situación también fue a lo largo entre el domingo y el lunes en la parroquia de Albarellos (Boborás), donde permaneció dos días activada la alerta nivel 2 por cercanía a las casas. A las 22,00 horas del domingo, la Guardia Civil irrumpió en las casas de los vecinos del núcleo de Saá para salvaguardar sus vidas. "Non nos deixaron estar na casa, e eu que estou enferma o propio garda civil levou da man ata unha aira que temos na parte alta, e alí estivemos todos os velliños case toda a noite. Nós tiñamos as mangueiras das casas preparadas por se algún día pasaba isto, pero o que houbo esa noite..ai dios mío!...", dice una de las vecinas más habladoras, Ubaldina Estévez.

"Foi totalmente intencionado, plantou na parte baixa e viron a un home plantar pola zona de Lamela, pero como aquí somos todos vellos e temos mal a visto non o identificamos ben", añade Estévez.

Finalmente, pudieron volver a las viviendas a media madrugada. "Ofreceunos alcalde ir a O Carballiño gratis, pero non quixemos deixar a nosa casiña", añadió Estévez. 

Te puede interesar