Las personas mayores se consolidan como uno de los objetivos prioritarios para las administraciones, desde las más grandes hasta las más cercanas, como los concellos, que empiezan a tomarse en serio la lucha contra la soledad, silenciosa; y que apuestan por un envejecimiento activo en el que la gente de mayor edad también tenga mucho que decir
En el Día internacional de las personas mayores, los trabajadores de los servicios y las personas de la tercera edad reivindican la necesidad de implicarse con un colectivo cada vez más numeroso en la provincia de Ourense y piden una mayor accesibilidad y comodidades para los mayores en su día a día.
Las administraciones van poniendo poco a poco a los mayores en el centro de acción política, especialmente en la lucha contra la soledad, "la principal patología social de Ourense", tal y como definió el responsable de la Subdirección del Instituto de Medicina Legal de Galicia, Julio Jiménez, que afecta a más de 18.500 mayores de 65 años en la provincia.
El caso de Carballiño
Recientemente, en Carballiño pusieron en marcha en "censo de la soledad", para contabilizar el número de personas de la tercera edad que no viven acompañados y alertar antes en los casos de accidentes domésticos o fallecimiento. Misma iniciativa que han realizado en Amoeiro, donde lo han contabilizado y están buscando financiación para dos proyectos que consideran básicos: residencia y centro de día.
Estos programas complementa a otros como el de ayuda en el hogar o el de teleasistencia, mediante los que ya se realiza el control de una parte de este colectivo y que cada vez se extiende a más concellos. También en la ciudad se han puesto manos a la obra y prometieron volcarse en mejorar la atención a los mayores que viven solos, con la elaboración de un censo y poner un teléfono al que puedan llamar cada tres días, y así "chegar a onde non chegan os coidadores", aunque, de momento, no se conoce su implantación efectiva.
Los programas para personas mayores que desarrollan entidades como Cáritas o Cruz Roja también sirve de referente para el cuidado, así como otros servicios puestos en marcha por el área sanitaria, como la hospitalización a domicilio, o el grupo de intervención sociosanitaria Salubrízate del Nóvoa Santos-O Couto, uno de los referentes en la provincia, que apuesta por el ocio activo y la socialización entre los mayores ourensanos, en el que médicos jubilados y voluntarios ponen en forma y mantienen activos a los mayores.
Entidades sociales como Cruz Roja Ourense destinaron ya el 30% de sus fondos en 2018 se destinaron a los mayores de la provincia, atendiendo a 3.188 personas, cada vez de edad más elevada. Destaca la atención de los mayores que viven solos, con acompañamiento al médico, actividades de ocio, teleasistencia, centros de día o apoyo a cuidadores de las personas dependientes.
"Siempre hacen falta más recursos, la población mayor es muy relevante, y queremos visibilizar la figura del mayor, parece que dejan de ser productivos, y no es así", señala Natalia Belmonte, responsable de programas de mayores de Cruz Roja.
Soledad y exclusión social
Desde Salubrízate, un programa pionero que promovió la médico de Primaria Mercedes Hernández, inciden en que instituciones y sociedad en general deben "reflexionar e poñer en marcha medidas que respondan ás necesidades e benestar". Destacan la "soidade e exclusión social" como máximo exponente de la discriminación por la vejez . "Canto máis crece o envellecemento máis aumenta a discriminación por razón de idade e por tanto menos se respetan os nosos dereitos individuais", añaden.
“Al principio costó y ahora se apuntan hasta a un bombardeo"
En Carballiño, hace dos años empezaron con un programa de talleres cardiosaludables (de colesterol, hipertensión, primeros auxilios...), con rutas de ejercicio, lo que ha cambiado la vida de mucha gente e incluso una clase de zumba para mayores.
"Se les ve más activos e interesados, cada vez que van a consulta ya preguntan, quieren más. Al principio nos constó convencerlos, pero ahora se apuntan a un bombardeo", explica Verónica Civeira, enfermera del centro de salud de Carballiño, que recomienda a todos los centros extender el modelo. "Está ayudando mucho a gente que está sola y no se atrevía a ir a caminar; ahora se conocen en los talleres y van juntos", relata Civeira.
En Cruz Roja también están muy implicados y trabajan en muchos proyectos con gente mayor. "Intentamos que puedan vivir en su domicilio en condiciones óptimas, trabajamos con los que tienen limitada su autonomía, ofrecemos acompañamientos que, aunque parezcan una tontería, como ir al médico, son básicos. Trabajamos la prevención, fomentando la actividad y el envejecimiento activo y desarrollamos programas de "buen trato" a los mayores".
