Francisco Chivite, subdirector de Gandería, asegura que los primeros nueve casos de lengua azul diagnosticados en Galicia (todos en la Mariña lucense) están controlados y descarta que la enfermedad pase a la cabaña de la provincia.
La Consellería de Medio Rural quiere transmitir tranquilidad a los consumidores gallegos tras la aparición, el pasado 22 de septiembre, de los primeros animales afectados por la lengua azul (enfermedad viral que afecta a los ovinos, caprinos y bovinos) en la Comunidad (nueve casos confirmados hasta ahora, dos vacas y siete ovejas, todos ellos en la Mariña lucense). El subdirector de Gandería, Francisco Chivite, aseguró que ésta es una enfermedad sólo animal y que por tanto no supone ningún riesgo para los consumidores. Non incide na saúde nin na calidade da producción, de forma que poderíase consumir leite crú dun ovino afectado sen correr risco.
Pero, además, y según dijo, todos los animales afectados están inmovilizados bajo control oficial para que no se comercialicen y sometidos a tratamiento protector frente a ataques del insecto vector. Con esta medida se pretende evitar que contagien a otros animales (la enfermedad se transmite por picadura de mosquito). Asimismo, destacó que la Xunta se adelantó al poner en marcha la campaña de vacunación contra la lengua azul el 1 de septiembre (antes de que aparecieran los primeros casos), estando previsto que el 31 de diciembre hayan sido vacunadas todas las reses de las granjas gallegas, 1.400.000 cabezas de ovino, caprino y vacuno, según sus cálculos.
Por ello consideró que inicialmente podrían crecer los casos afectados por la enfermedad, aunque lo limitó al entorno de la Mariña Lucense, pese a que dijo que con la vacunación acabarían descendiendo.
Según explicó, ésta es la primera vez que se detecta en Galicia la presencia de animales con lengua azul nacidos y criados en la Comunidad. Los primeros casos aparecieron en España en 2004, año en el que la Xunta puso en marcha diferentes sistemas de control y prevención de la enfermedad, como el control entomológico sobre poblaciones trampa para conocer la situación del vector transmisor, explotaciones de animales cen tinelas en las que se realiza el plan de vigilancia de la enfermedad, potenciación de las campañas de saneamiento y controles reforzados cuando entran en Galicia animales de zonas afectadas.
Como la enfermedad puede causar mortandad o merma de crecimiento en la cabaña ganadera, la Xunta ha previsto un sistema de indemnizaciones al ganadero para cubrir las pérdidas, de un máximo de 115 euros por ovino de leche de menos de 5 años muerto y un mínimo de 54 euros por caprino menor.
Pero, además, y según dijo, todos los animales afectados están inmovilizados bajo control oficial para que no se comercialicen y sometidos a tratamiento protector frente a ataques del insecto vector. Con esta medida se pretende evitar que contagien a otros animales (la enfermedad se transmite por picadura de mosquito). Asimismo, destacó que la Xunta se adelantó al poner en marcha la campaña de vacunación contra la lengua azul el 1 de septiembre (antes de que aparecieran los primeros casos), estando previsto que el 31 de diciembre hayan sido vacunadas todas las reses de las granjas gallegas, 1.400.000 cabezas de ovino, caprino y vacuno, según sus cálculos.
Por ello consideró que inicialmente podrían crecer los casos afectados por la enfermedad, aunque lo limitó al entorno de la Mariña Lucense, pese a que dijo que con la vacunación acabarían descendiendo.
Según explicó, ésta es la primera vez que se detecta en Galicia la presencia de animales con lengua azul nacidos y criados en la Comunidad. Los primeros casos aparecieron en España en 2004, año en el que la Xunta puso en marcha diferentes sistemas de control y prevención de la enfermedad, como el control entomológico sobre poblaciones trampa para conocer la situación del vector transmisor, explotaciones de animales cen tinelas en las que se realiza el plan de vigilancia de la enfermedad, potenciación de las campañas de saneamiento y controles reforzados cuando entran en Galicia animales de zonas afectadas.
Como la enfermedad puede causar mortandad o merma de crecimiento en la cabaña ganadera, la Xunta ha previsto un sistema de indemnizaciones al ganadero para cubrir las pérdidas, de un máximo de 115 euros por ovino de leche de menos de 5 años muerto y un mínimo de 54 euros por caprino menor.
