La reactivación del mercado internacional ha sido clave en la recuperación en la empresa Mecanizados Rodríguez Fernández (MRF), que ha podido dar por finalizado el expediente de regulación de empleo que planteó en 2009 un mes y medio antes de lo previsto.
La empresa ourensana fue una de las afectadas por la fuerte crisis que sorprendió al sector en octubre de 2008. A pesar de que hasta el verano anterior habían estado creciendo a buen ritmo, ese mes las ventas de la empresa cayeron un 75%. Tenían entonces 148 trabajadores, un 95% de ellos fijos. Inicialmente, se reajustaron con un ERE temporal de dos meses para 24 personas, que se prolongó por otros dos meses más, en este caso para 16 personas. No obstante, la persistencia de la crisis obligó a otro ERE en el que inicialmente planteaban extinciones, circunstancia que motivó momentos muy duros en la empresa, tanto para la dirección como para los trabajadores. Finalmente, se llegó a un acuerdo para fomentar bajas voluntarias y la suspensión de un año para 11 trabajadores, que iba a concluir el 1 de julio. "Decidimos terminarlo antes porque desde marzo las ventas han ido aumentado y las expectativas son mejores que el año pasado, pero todavía lejos del nivel de 2008", explica la directora del grupo, Inmaculada Rodríguez. En la actualidad, tras el proceso de bajas voluntarias, la plantilla es de 91 empleados.
ACTIVIDAD
La actividad de la empresa se centra en la producción de componentes de carrocerías industriales, que supone el 90% de su negocio. No obstante, ya desde antes de la crisis y sobre todo en los últimos meses han procurado abrir nuevas líneas de trabajo, en los sectores naval, energías renovables y construcción civil (con la fabricación de estructuras de acero).
Entre las ventas directas al extranjero o lo que mandan sus clientes españoles a otros países, el 95 por ciento de la producción de la empresa se exporta. Para MRF ha sido fundamental contar ya con mercado en el exterior antes de la crisis (exportan desde hace 18 años, pero antes el reparto entre el mercado nacional y el extranjero era del 50%). Entre sus principales mercados están Alemania, Francia, Gran Bretaña, Europa del Este, Canadá... También están potenciando su presencia en América Latina y en Oriente Próximo y Medio.
El nivel de facturación de la empresa está actualmente en 550.000 euros mensuales, lejos de la cifra que registraban antes de la crisis (un millón de euros al mes), aunque ya mejor que la del año 2009, en el que la media osciló entre los 250.000 y los 300.000 euros mensuales. "Estamos viendo mejoría mes a mes, aunque de ahí a que hayamos superado la crisis, pues no. Aunque hay que seguir con el cinturón apretado", comenta Inmaculada Rodríguez.
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La actividad de la empresa se centra en la producción de componentes de carrocerías industriales, que supone el 90% de su negocio. No obstante, ya desde antes de la crisis y sobre todo en los últimos meses han procurado abrir nuevas líneas de trabajo, en los sectores naval, energías renovables y construcción civil (con la fabricación de estructuras de acero).
Entre las ventas directas al extranjero o lo que mandan sus clientes españoles a otros países, el 95 por ciento de la producción de la empresa se exporta. Para MRF ha sido fundamental contar ya con mercado en el exterior antes de la crisis (exportan desde hace 18 años, pero antes el reparto entre el mercado nacional y el extranjero era del 50%). Entre sus principales mercados están Alemania, Francia, Gran Bretaña, Europa del Este, Canadá... También están potenciando su presencia en América Latina y en Oriente Próximo y Medio.
El nivel de facturación de la empresa está actualmente en 550.000 euros mensuales, lejos de la cifra que registraban antes de la crisis (un millón de euros al mes), aunque ya mejor que la del año 2009, en el que la media osciló entre los 250.000 y los 300.000 euros mensuales. "Estamos viendo mejoría mes a mes, aunque de ahí a que hayamos superado la crisis, pues no. Aunque hay que seguir con el cinturón apretado", comenta Inmaculada Rodríguez.
