Lucha contra el botellón

As Mercedes esquiva el ruido sin apenas policía

El botellón pudo evitarse el jueves en As Mercedes.
photo_camera El botellón pudo evitarse el jueves en As Mercedes.
La presencia de dos agentes y el ocio nocturno abierto frustraron el botellón

As Mercedes se libró del botellón el jueves noche. Dos policías nacionales se asentaron en la boca de la plaza hasta las 4:40 horas e impidieron que los grupos, bolsa y botella en mano, ocupasen un lugar. Los jóvenes se quedaron en el CEIP As Mercedes esperando y al ver que no daba resultado se reubicaron en otras zonas, en las que los cuatro policías que estaban de servicio tuvieron que intervenir. 

Por otro lado, según el parte de la Policía Local, su labor permitió que el Auditorio y la Plaza de As Mercedes quedasen libres de bebedores hasta la 1:30 horas -cuando aún estaban abiertos los pubs- y, según indican, no pudieron continuar su vigilancia porque tuvieron que intervenir en la agresión a una taxista. 

Sin embargo, otras cinco localizaciones en las que se arremolinó la gente para beber sí fueron intervenidas por los agentes municipales. Hicieron acto de presencia en Rafael Dieste, en las escaleras del Auditorio y en la plaza de O Ferro. Por otra parte, en la plaza de la Zapatilla y en la plaza de A Estrela necesitaron la colaboración de la Policía Nacional, que tuvieron que asumir el servicio.  

En paralelo a los botellones del jueves, los agentes también fueron necesarios en tres viviendas en las que los vecinos avisaron por ruido. Además, en Rabo de Galo, una persona fue descubierta arrojando escombros a la vía.

Sin previsión

Según fuentes del cuerpo municipal, a los policías locales que estaban de turno ayer por la tarde les obligaron a ir a trabajar por la noche. Un decreto firmado por el alcalde los envió a su casa, dejando a cuatro agentes para toda la ciudad. Estos se unieron más tarde a los que estaban de noche, quedando cerca de once agentes en el servicio. Bautista Rodríguez, de SPPME, lamenta que “nadie preguntase si alguien quería hacer servicios extraordinarios voluntarios”, sino que directamente se reubicó de turno a los que acudieron a trabajar por la tarde. Por ello, durante esa tarde, el cuerpo policial quedó, una vez más,  en condiciones “ridículas”, con una disponibilidad de cuatro agentes para 105.000 habitantes, según el sindicato.  

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