La acusada aprovechó un descuido del dueño del móvil, que se encontraba trabajando, para hacerse con el teléfono
Josefa P.F. aceptó ayer en el Juzgado de lo Penal 2 una pena de seis meses de prisión por apoderarse de un teléfono móvil que no le pertenecía.
Los hechos que se saldaron con una sentencia de conformidad ocurrieron el 25 de septiembre de 2015 sobre las diez de la mañana. La acusada encontró tras la puerta de un portal de un edificio de la calle Progreso una bolsa que momentos antes había dejado J.M.A.S. Este último se encontraba limpiando el portal y había dejado sus pertenencias al lado de la puerta. La inculpada, aprovechando un descuido del limpiador del portal, abrió la bolsa guiada por el ánimo de conseguir un beneficio ilícito y se apoderó de un teléfono móvil de la marca Samsung Galaxy valorado en 800 euros.
La fiscal reclamaba en su escrito de calificación inicial un total de 10 meses de prisión.
