La campaña electoral traspasó ya su ecuador y afronta un fin de semana que puede resultar decisivo y los partidos y candidatos intensifican esfuerzos para hacer llegar sus mensajes a sus posibles votantes.

Métodos de toda la vida

Carteles en un centro de salud de Castilla- La Mancha. (Foto: EFE)
Los principales partidos políticos llegaron a la campaña fascinados con las nuevas tecnologías y con la supuesta potencia electoral de internet, pero a mitad de la misma sus preocupaciones demuestran que se imponen los métodos tradicionales: el cartel de toda la vida de Dios.
En el ecuador de la campaña y superado el paréntesis de ayer por el terremoto de Lorca, volvemos a hablar de economía y de Bildu.

La Junta Electoral Central ha tenido que recordar hoy que está feo poner carteles sin firmar que imitan los colores y la tipografía de los del partido rival pero con mensajes que, lejos de captar votos, los desincentivan. Es el caso de los que el PP ha colocado en algunos emplazamientos de Madrid en los que, por ejemplo, aparece una foto de Zapatero y el candidato socialista a la comunidad, Tomás Gómez.

Y es que en Madrid los carteles están dando para mucho, ya que en centros sanitarios y hospitales aparecieron también otros 'anónimos' advirtiendo de que Aguirre privatizará la Sanidad.

Además de para meterse con los otros, los candidatos usan los carteles para que veamos lo guapos, jóvenes, honestos y convincentes que son y, por eso, se preocupan más del perfil que cuelga de las farolas que del que sus jefes de campaña les obligaron a hacerse en Facebook.

'Voy a presentarme de nuevo para ver si así me rejuvenecen tanto como a Esperanza Aguirre', dijo Felipe González al principio de la campaña por si alguien no había reparado en cómo lucen palmito en las fotos los candidatos del PP.


CARTELES MUY OSCUROS

Peor suerte ha tenido el candidato socialista a la presidencia de Castilla-La Mancha, José María Barreda, cuyos carteles están siendo sustituidos porque eran muy oscuros y 'habían salido mal de imprenta', según el dirigente del PSOE, o porque parecían 'de una película de Drácula', según el popular Esteban González Pons.

Si lo del papel colgando de la farola es algo tradicional que está ganando al twitter, tampoco lo es menos el bulo, que también triunfa en campaña.

El vicepresidente primero del Gobierno se ha visto hoy obligado a desmentir 'el bulo' de que el Ejecutivo prepara un nuevo recorte del sueldo de los funcionarios. 'No hay nada de nada', ha dicho.

Por un momento se habrá sentido como los del PP cuando se esfuerzan por negar eso de que, si gobiernan, se van a cargar el Estado de Bienestar.

Transcurren los días y cada vez hay más bellacos. Hoy el propio Mariano Rajoy ha dicho que él también debe serlo porque por mucho que intenta hacer caso a Zapatero y convencerse de que el PSOE no ha hecho recortes sociales, no lo ve.

Zapatero por su parte, que asegura que los suyos están remontando, ha querido explicar porque andan los socialistas tan convencidos de que el PP recortaría el Estado de Bienestar.

Es 'por pura regla de tres', ha dicho, con el argumento de que, si los gobiernos de Aznar no impulsaron las políticas sociales en época de vacas gordas, ahora, con vacas flacas, seguro que las recortarían.


BILDU Y EL PP

Sobre el otro tema de la campaña, Bildu, en el PP aseguran que las opiniones de algunos de sus dirigentes son compatibles con la posición oficial del partido y con lo que al respecto está diciendo su presidente, Mariano Rajoy.

El caso es que serán compatibles pero no comparables porque ayer Rajoy, que visitaba Vitoria, ha hecho su segunda referencia de la campaña a la coalición abertzale para volver a repetir que no le gusta que estén en las elecciones, aunque pidiendo a los ciudadanos, especialmente a las víctimas, que no se desanimen por este 'contratiempo de la lucha antiterrorista' porque el PP lo arreglará.

Lo que para el presidente Mariano Rajoy resulta un contratiempo es para otros dirigentes del Partido Popular 'un disparate', 'una catástrofe' (Jaime Mayor Oreja); 'un escándalo' (Esteban González); 'una vergüenza' (Esperanza Aguirre) y el día que se confirmó fue 'un día negro para España' (Carlos Iturgáiz).

Aviso importante: si a estas alturas su fervor electoral empezaba a flaquear, sepa usted que la cosa puede ser peor si los políticos hacen caso de un informe presentado hoy que destaca la eficacia del 'puerta a puerta' para movilizar indecisos.

'Solicitar el voto puerta a puerta -ha dicho el autor del mencionado estudio- es la única técnica que puede llegar hasta el interior de un domicilio, pedir el apoyo explícito del votante en una conversación fresca y directa, pasar la propaganda del candidato a las manos del votante para que la revise y hacer esto a bajo coste'.

Si además es usted potencial votante de izquierdas, ¡ojo! Alfredo Pérez Rubalcaba ha dicho en Huelva: 'El problema del PSOE no es la derecha, con ideas y principios podemos ganarles, es nuestro voto, que está en casa, y hemos de sacarlo de ahí'.

PONGAN LA CADENITA ANTES DE ABRIR LA PUERTA.

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