La morosidad en los intercambios comerciales se disparó en Ourense durante el año pasado, alcanzando el porcentaje más elevado desde que comenzó la crisis, según los datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística, a partir de bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito.
Así, en 2012 se realizaron operaciones de pago a través de letras, pagarés, cheques y medios similares por un importe total de 780.718.023 euros en Ourense, pero no se abonaron en el plazo comprometido un total de 43.978.267 euros, es decir, el 5,6% del total.
El porcentaje de impago creció notablemente con respecto a 2011, cuando los citados medios de pago se emplearon para abonar 928,4 millones de euros, de los que casi 30 millones no se pagaron en el plazo previsto, lo que supone un 3,2%. El detalle mensual muestra que fue a partir del verano cuando más creció la morosidad en la provincia.
La mayoría de los impagos corresponden a operaciones de gestión directa por las empresas, sistema por el que se había comprometido el pago de 708 millones de euros en la provincia y no se abonaron en plazo casi 37 millones (el 5,2% del total). No obstante, las operaciones en gestión de cobro de clientes (es decir, las que reciben entidades financieras de sus clientes, con el fin de gestionar su cobro) son menos utilizados, pero registran una morosidad muy superior: se realizaron operaciones de este tipo por un importe de 72,5 millones de euros en la provincia, de los que no se pagaron a tiempo 2,5 millones (el 9,6% del total).
El porcentaje de impago en Ourense es el más alto de las provincias gallegas, ya que en A Coruña se situó en el 3,2%, en Lugo en el 3,4% y en Pontevedra, en el 2,7%. Esto sitúa la media gallega en un 3,2%, manteniendo el mismo porcentaje que en 2011.
A nivel nacional se produjo un ligero incremento de la morosidad, ya que en 2012 quedaron sin pagar el 3,7% de las letras o pagarés realizadas, frente al 3,4% en 2011.
Además del aumento de la morosidad, los datos constatan también la ralentización de la economía, ya que desciende el importe que se mueve a través de estos medios de pago (en Ourense cayó de 928 millones en 2011 a 780 en 2012, mientras a nivel nacional bajó de 215.518 a 191.286 millones en el mismo periodo).
El porcentaje de impago creció notablemente con respecto a 2011, cuando los citados medios de pago se emplearon para abonar 928,4 millones de euros, de los que casi 30 millones no se pagaron en el plazo previsto, lo que supone un 3,2%. El detalle mensual muestra que fue a partir del verano cuando más creció la morosidad en la provincia.
La mayoría de los impagos corresponden a operaciones de gestión directa por las empresas, sistema por el que se había comprometido el pago de 708 millones de euros en la provincia y no se abonaron en plazo casi 37 millones (el 5,2% del total). No obstante, las operaciones en gestión de cobro de clientes (es decir, las que reciben entidades financieras de sus clientes, con el fin de gestionar su cobro) son menos utilizados, pero registran una morosidad muy superior: se realizaron operaciones de este tipo por un importe de 72,5 millones de euros en la provincia, de los que no se pagaron a tiempo 2,5 millones (el 9,6% del total).
El porcentaje de impago en Ourense es el más alto de las provincias gallegas, ya que en A Coruña se situó en el 3,2%, en Lugo en el 3,4% y en Pontevedra, en el 2,7%. Esto sitúa la media gallega en un 3,2%, manteniendo el mismo porcentaje que en 2011.
A nivel nacional se produjo un ligero incremento de la morosidad, ya que en 2012 quedaron sin pagar el 3,7% de las letras o pagarés realizadas, frente al 3,4% en 2011.
Además del aumento de la morosidad, los datos constatan también la ralentización de la economía, ya que desciende el importe que se mueve a través de estos medios de pago (en Ourense cayó de 928 millones en 2011 a 780 en 2012, mientras a nivel nacional bajó de 215.518 a 191.286 millones en el mismo periodo).
