Una mujer acepta dos años y medio de cárcel por atracar un taxi

El Juzgado de lo Penal 1 sentó ayer en el banquillo de los acusados a Elena Fernández Carballal, a la que el fiscal atribuía un delito de robo con violencia usando un instrumento peligroso, además de una falta de lesiones, por intimidar a un taxista con una navaja y una jeringa y fugarse con su coche.
La encausada, que reconoció ser autora de los hechos que la llevaron a juicio, aceptó una pena de dos años y medio de cárcel, así como siete días de localización permanente por la falta, por lo que la vista oral prevista para juzgar a la acusada terminó con su confesión, al poco de iniciarse.

La procesada reconoció haber acudido el 8 de marzo de 2007, de madrugada, hasta la parada de taxis de O Posío, en la ciudad, subiéndose al vehículo que estaba a cargo de J.R.L., con el fin de que la trasladase hasta Barbadás.

Durante el camino, según sostuvo el fiscal a lo largo del proceso judicial, Fernández Carballal sacó una navaja, así como una jeringuilla que supuestamente estaba contaminada con sangre infectada por el VIH, reclamándole el dinero que portase encima. En ese momento, el taxista paró el coche y, tras dirigirse al maletero, sacó un paraguas con el que agredió a la encausada, pinchando ésta con la navaja a la víctima. Seguidamente, huyó en el coche del taxista. Tras el acuerdo de conformidad alcanzado ayer entre las partes, la acusada logró rebajar la pena de prisión a la que se enfrentaba en año y medio.

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