La meteorología adversa dejó a decenas de automovilistas atrapados en la autovía en A Gudiña

La nieve resistía ayer en O Irixo y obligó a los conductores a usar cadenas en la N-541

La quitanieves ya había despejado la calzada ayer en A Gudiña.

La nieve fue desapareciendo a medida que avanzaba la jornada tras una madrugada complicada, que obligó a cortar la autovía Rías Baixas al tráfico pesado en A Gudiña. El único punto conflictivo ayer estaba en la N-541, en O Irixo.

La carretera N-541, a su paso por O Irixo, era el único punto conflictivo en la noche a causa de la nevada que cayó en la noche del martes. La Guardia Civil de Tráfico recomendaba en un tramo de cinco kilómetros, entre el 45 y el 50, circular con precaución y cadenas en ambos sentidos del vial.

La capa de nieve fue desapareciendo a medida que fue avanzando la jornada después de una madrugada conflictiva en la práctica totalidad de los viales. La autovía Rías Baixas estuvo cortada ocho horas al tráfico de camiones y autobuses en A Gudiña. Los conductores de turimos debían utilizar cadenas. El corte fue pasada la medianoche y el tráfico no se restablecía hasta las ocho de la mañana, tras la intervención de seis máquinas quitanieves y cuatro esparcidores de sal. Los operarios tuvieron como aliada la lluvia, que comenzó a descargar sobre las dos de la madrugada, lo que provocó que la nieve se fundiera, tanto en la A-52, como en el resto de viales, sobre todo de la red secundaria, que estaba intransitable. Los servicios de emergencia recibieron 200 llamadas de otros tantos conductores solicitando ayuda al quedar atrapados en la nieve. El único incidente grave se produjo a las seis de la madrugada en la autovía, a su paso por Taboadela, al salirse un turismo de la calzada a causa del hielo. Los cinco ocupantes resultaron heridos y fueron trasladados al CHOU.


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