La policía detuvo a siete personas de la misma familia que no aceptan que su hija, que ingresó para dar a luz, se fuera con el grupo rival
Siete personas de una misma familia gitana, cuatro de ellas con antecedentes, permanecen detenidas en los calabozos de la Comisaría de Ourense en relación al tiroteo en la puerta principal del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense en el que Eduardo Montoya Jiménez (62 años) y Francisco Montoya Gabarre (43) resultaron heridos de escasa consideración al ser alcanzados por las postas en una pierna y la cara. En total, según la Policía Científica, hubo 12 disparos: al menos tres de bala de escopeta del calibre 12/70, además de otros dos, cuando menos, de rifle del calibre 300 Winchester Magnum de alta capacidad lesiva y de penetración, tal como evidencian los impactos en el interior del vestíbulo y la fachada del hospital.
La Policía Nacional detuvo en dos tandas a los presuntos autores. En la madrugada del domingo, a los hermanos Daniel y Moisés Gabarri Borja, de 25 y 22 años, respectivamente, en las inmediaciones del casco antiguo. Tras los disparos, acudieron a la plaza de San Cosme para ocultar las armas bajo una manta en las escaleras, pero la policía logró recuperar un rifle Longtrack 300 Browning, además de una vaina percutida del calibre 300.
A primera hora de la tarde de ayer, las negociaciones de la Policía Judicial daban como resultado la entrega voluntaria del resto del clan que supuestamente participó en el tiroteo: el patriarca, Antonio Gabarri Montoya; su esposa, Yolanda Borja Jiménez, además del hermano del primero, Diego Gabarri Montoya, y dos de sus hijos: Moquetas y Rubén Gabarri Montoya.
Según parece, el origen del tiroteo hay que buscarlo en una relación sentimental no aceptada tras la escisión de un grupo, con vínculos parentales entre todo ellos, cuyos integrantes originariamente vivían de forma amigable en el poblado de A Fontela (Maside) hasta que llegó el visceral enfrentamiento. Los detenidos mantienen una enemistad manifiesta desde hace tiempo con la familia de las víctimas. Esta última fue repudiada y obligada a irse del poblado, y la relación aún se enconó más cuando una hija del patriarca se fue a vivir con la familia política a las viviendas situadas a escasos metros, pero en propiedades privadas, porque se enamoró de un joven del grupo enemigo con el que actualmente mantiene una relación sentimental.
Los supuestos agresores, imputados en delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas, mantienen que la familia política de su hija no les deja verla. Ayer, por otra gitana que acaba de dar a luz y estaba ingresada en la sexta planta del Materno-Infantil, tuvieron conocimiento de que la joven acababa de ingresar en el CHUO para parir (ayer aún no lo había hecho). Antonio Gabarri y los suyos aguardaron la salida de los Montoya "rivales" a las puertas del mismo hospital a las 23.30 horas del domingo.
Apostados en dos vehículos, un Fiat Punto color naranja 0346 DVG y un Ford Focus oscuro 8627 CRB, comenzaron a disparar desde dos frentes distintos, junto al quiosco y frente a la misma puerta de entrada.
Los heridos, atendidos en el servicio de Urgencias, fueron dados de alta a las pocas horas.
