El BOE publicó ayer la relación de propietarios afectados por el nuevo acceso a la estación de tren de Ourense desde Santiago, que requerirá la expropiación de 214 fincas. Los vecinos revisarán el proyecto para comprobar que no derriba viviendas.
La ejecución del acceso de la nueva línea ferroviaria Ourense-Santiago a la estación de tren de A Ponte requerirá la expropiación de 214 fincas, según el listado de propiedades afectadas que publica el Boletín Oficial del Estado en su edición de ayer, y que ahora será sometido a información pública durante un periodo de 15 días.
Este proceso expropiatorio se corresponde con la ocupación de los terrenos necesarios para la construcción de la entrada a la estación, con el fin de conectar el Empalme con la nueva plataforma de alta velocidad que ya está construida a la altura de Quintela. Se trata de un tramo de 1,5 kilómetros de longitud, el único en el que todavía no han comenzado las obras en los 87 kilómetros de nueva línea ferroviaria que separan Ourense de Santiago (el único que estaba pendiente hasta el pasado otoño era el acceso a la estación compostelana, cuya construcción se inició en octubre).
De las 214 fincas, 74 tienen la calificación de suelo urbano, mientras otras 140 se corresponden con suelo rústico. La mayoría de los propietarios afectados son particulares, aunque también están incluidos organismos públicos, como el Concello de Ourense, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias o el Ministerio de Fomento. Los propietarios están convocados para formalizar las actas previas a la ocupación entre los días 24 de febrero y 4 de marzo, con el objetivo de disponer de los terrenos para iniciar la ejecución en el segundo semestre del año. De hecho, este proyecto ya salió a licitación y está pendiente de la adjudicación a la empresa que realizará las obras, cuyo coste superará los 29 millones de euros. El plazo de ejecución asciende a 15 meses, con lo que el acceso debería estar concluido a finales del verano de 2011 para poder iniciar las pruebas en la vía y que el AVE comience a circular entre Ourense y Santiago a finales de ese año.
Soterramiento
Por otra parte, el diputado del PP Celso Delgado presentó ayer en el Congreso una solicitud de comparecencia de la secretaria de Infraestructuras de Fomento para que informe si el Gobierno apoyará el soterramiento del AVE en Ourense, como ya lo está haciendo en otras ciudades españolas. El PP insta al Gobierno a que explique por qué el soterramiento de las vías es la mejor solución para la integración del AVE en las estaciones de Vigo y Logroño y, sin embargo, lo descarta en Ourense. Delgado insiste también en que el Ejecutivo debe escuchar a la ciudadanía ourensana, que en la fase de alegaciones se ha posicionado claramente a favor del soterramiento en la estación Ourense-Empalme.
Minimizar la afección sobre las casas
Los vecinos del barrio de O Pino están pendientes de confirmar que las expropiaciones no afectan a ninguna vivienda, según señalaba ayer el presidente de la asociación vecinal, Manuel Rebollo. Según indicó, inicialmente estaba previsto que la obra implicase el derribo de 27 casas, no con motivo de la plataforma ferroviaria (que coincidirá en gran medida con la actual), sino por la construcción de un nuevo vial de manteni miento. Los vecinos iniciaron entonces gestiones con el alcalde, Francisco Rodríguez, para evitar tal afectación y demandaron que el acceso a la vía para su mantenimiento se haga directamente desde la calle Santa Catalina, sin tener que construir un nuevo vial. Según indican, desde Adif existió gran receptividad y, de hecho, los técnicos ya visitaron la zona y colocaron unas señales delimitando el área, que no afectaría a las viviendas. No obstante, esperan que el alcalde les dé una confirmación definitiva.
Mientras, desde el Concello señalaron que el regidor trasladó a Adif esta demanda y prevé que sean recogidas en un proyecto modificado que el organismo ferroviario iba a entregar al alcalde esta semana, si bien desde Adif pospusieron esta reunión hasta la próxima. No obstante, estiman que la afectación en la zona será mínima.
Este proceso expropiatorio se corresponde con la ocupación de los terrenos necesarios para la construcción de la entrada a la estación, con el fin de conectar el Empalme con la nueva plataforma de alta velocidad que ya está construida a la altura de Quintela. Se trata de un tramo de 1,5 kilómetros de longitud, el único en el que todavía no han comenzado las obras en los 87 kilómetros de nueva línea ferroviaria que separan Ourense de Santiago (el único que estaba pendiente hasta el pasado otoño era el acceso a la estación compostelana, cuya construcción se inició en octubre).
De las 214 fincas, 74 tienen la calificación de suelo urbano, mientras otras 140 se corresponden con suelo rústico. La mayoría de los propietarios afectados son particulares, aunque también están incluidos organismos públicos, como el Concello de Ourense, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias o el Ministerio de Fomento. Los propietarios están convocados para formalizar las actas previas a la ocupación entre los días 24 de febrero y 4 de marzo, con el objetivo de disponer de los terrenos para iniciar la ejecución en el segundo semestre del año. De hecho, este proyecto ya salió a licitación y está pendiente de la adjudicación a la empresa que realizará las obras, cuyo coste superará los 29 millones de euros. El plazo de ejecución asciende a 15 meses, con lo que el acceso debería estar concluido a finales del verano de 2011 para poder iniciar las pruebas en la vía y que el AVE comience a circular entre Ourense y Santiago a finales de ese año.
Soterramiento
Por otra parte, el diputado del PP Celso Delgado presentó ayer en el Congreso una solicitud de comparecencia de la secretaria de Infraestructuras de Fomento para que informe si el Gobierno apoyará el soterramiento del AVE en Ourense, como ya lo está haciendo en otras ciudades españolas. El PP insta al Gobierno a que explique por qué el soterramiento de las vías es la mejor solución para la integración del AVE en las estaciones de Vigo y Logroño y, sin embargo, lo descarta en Ourense. Delgado insiste también en que el Ejecutivo debe escuchar a la ciudadanía ourensana, que en la fase de alegaciones se ha posicionado claramente a favor del soterramiento en la estación Ourense-Empalme.
Minimizar la afección sobre las casas
Los vecinos del barrio de O Pino están pendientes de confirmar que las expropiaciones no afectan a ninguna vivienda, según señalaba ayer el presidente de la asociación vecinal, Manuel Rebollo. Según indicó, inicialmente estaba previsto que la obra implicase el derribo de 27 casas, no con motivo de la plataforma ferroviaria (que coincidirá en gran medida con la actual), sino por la construcción de un nuevo vial de manteni miento. Los vecinos iniciaron entonces gestiones con el alcalde, Francisco Rodríguez, para evitar tal afectación y demandaron que el acceso a la vía para su mantenimiento se haga directamente desde la calle Santa Catalina, sin tener que construir un nuevo vial. Según indican, desde Adif existió gran receptividad y, de hecho, los técnicos ya visitaron la zona y colocaron unas señales delimitando el área, que no afectaría a las viviendas. No obstante, esperan que el alcalde les dé una confirmación definitiva.
Mientras, desde el Concello señalaron que el regidor trasladó a Adif esta demanda y prevé que sean recogidas en un proyecto modificado que el organismo ferroviario iba a entregar al alcalde esta semana, si bien desde Adif pospusieron esta reunión hasta la próxima. No obstante, estiman que la afectación en la zona será mínima.
