Tras casi dos años sin obispo en la Diócesis de Ourense, la nunciatura apostólica de España comunicó ayer al mediodía, de forma oficial, la designación de José Leonardo Lemos Montanet (Barallobre, A Coruña, 1953) como el nuevo cabeza visible de la Iglesia ourensana, ante la expectación de los agentes sociales e institucionales de la provincia.
El nuevo obispo, nombrado por el papa Benedicto XVI y hasta ahora canónigo secretario de la Catedral de Santiago, compareció en rueda de prensa en esta última localidad acompañado del arzobispo de Compostela, Julián Barrio, para hacer públicas sus primeras palabras. Lemos Montanet aseguró que recibió la noticia de su elección como obispo de Ourense el pasado 30 de noviembre, un cargo que se encontraba vacante desde el traslado de monseñor Luis Quinteiro Fiuza a la sede de Tui-Vigo en abril de 2010. Desde entonces, la curia de Ourense estuvo en manos de un administrador diocesano.
El obispo electo, que será ordenado previsiblemente durante la primera quincena del próximo mes de febrero, precisó que no teme encontrarse 'una situación de desgobierno' debido al tiempo que la Diócesis estuvo sin su máximo responsable, sino todo lo contrario: 'Una Iglesia que espera, que camina en esperanza'. Asimismo, tras expresar su agradecimiento a todos los hermanos que rezaron por la designación, reclamó la ayuda de la comunidad religiosa para 'ser un buen pastor'.
'DIOS ME AYUDARÁ EN LA TAREA'
Durante su primera intervención tras el nombramiento, Leonardo Lemos hizo una mención especial a los sacerdotes ancianos y enfermos, además de a los seminaristas, y concluyó que 'si Dios me ha llamado para esta tarea, él me ayudará a llevarla a cabo'. El obispo electo, por último, indicó que se le concedieron tres meses de preparación antes de su ordenación, aunque manifestó su intención de no agotar este tiempo. Como prioridades, Lemos destacó que buscará una 'pastoral vocacional' y la 'cercanía' con los sacerdotes y, sobre todo, los más ancianos, e intentará 'potenciar el servicio de caridad' dentro de las estructuras de la diócesis.
El obispo electo, que será ordenado previsiblemente durante la primera quincena del próximo mes de febrero, precisó que no teme encontrarse 'una situación de desgobierno' debido al tiempo que la Diócesis estuvo sin su máximo responsable, sino todo lo contrario: 'Una Iglesia que espera, que camina en esperanza'. Asimismo, tras expresar su agradecimiento a todos los hermanos que rezaron por la designación, reclamó la ayuda de la comunidad religiosa para 'ser un buen pastor'.
'DIOS ME AYUDARÁ EN LA TAREA'
Durante su primera intervención tras el nombramiento, Leonardo Lemos hizo una mención especial a los sacerdotes ancianos y enfermos, además de a los seminaristas, y concluyó que 'si Dios me ha llamado para esta tarea, él me ayudará a llevarla a cabo'. El obispo electo, por último, indicó que se le concedieron tres meses de preparación antes de su ordenación, aunque manifestó su intención de no agotar este tiempo. Como prioridades, Lemos destacó que buscará una 'pastoral vocacional' y la 'cercanía' con los sacerdotes y, sobre todo, los más ancianos, e intentará 'potenciar el servicio de caridad' dentro de las estructuras de la diócesis.
