El Concello entregó a la Xunta el documento inicial, que se concibe para 124 mil habitantes en el horizonte de 2036

El nuevo Plan limita el crecimiento de la ciudad de Ourense a 17 mil nuevos vecinos

Enrique Nóvoa, Isabel Pérez, Francisco Rodríguez, Andrés García Mata y Áurea Soto, con los redactores del plan. (Foto: Xesús Fariñas)
El futuro urbanístico de la ciudad ya está perfilado. El Concello presentó ayer el documento de inicio de evaluación ambiental y anteproyecto de planeamiento que define los objetivos del futuro Plan Xeral. Un documento que, según el alcalde, Francisco Rodríguez, -que compareció junto a Andrés García Mata, Áurea Soto y la nueva portavoz del BNG, Isabel Pérez- 'aposta por un uso non expansivo do territorio' y está 'solidamente ancorado no desenvolvemento do público'.
El anteproyecto dibuja una ciudad articulada en torno a una decena de ejes estratégicos de actuación, en algunos de los cuales -como el Plan de la Universidad o la Ronda Bulevar- ya se está interviniendo. En la configuración de la nueva ciudad, el plan de infraestructuras recogerá todas las previstas por las distintas administraciones, tanto viales como ferroviarias, así como la nueva depuradora, mientras que el plan de ordenación y diversificación de la movilidad apostará por fórmulas de transporte público, capaces de conectar toda la ciudad y a ésta con su área de influencia.

Entre ellas destaca la propuesta de que el actual corredor ferroviario sea un eje de conexión con el polígono de San Cibrao y el Parque Tecnolóxico, utilizando un sistema de autobús o trolebús guiado, de forma que estos vehículos podrán circular por la plataforma con rodadura guiada y salir de ésta para transitar de forma convencional por los viales de la ciudad.


previsión de crecimiento

El futuro Plan Xeral tiene, además, la vocación de ser realista y reduce las aspiraciones del actual, el modelo de Manuel Cabezas. Así, prevé suelo para una demanda residencial calculada entre 13.000 y 17.000 nuevos residentes, ya que cuenta que la población sea de un máximo de 120.000 habitantes de derecho en 2020 y 124.000 en 2036. En este sentido, el equipo redactor considera que, en una primera aproximación, el plan debe dar respuesta en las distintas categorías de suelo para 16.878 viviendas en 2036, atenidendo al limitado crecimiento poblacional de Ourense. El alcalde recordó que el Plan actual preveía 50.000 viviendas, aunque desde 2003, cuando se aprobó, sólo se construyeron 5.757, en plena época del bum inmibiliario. Además, recordó que la mayoría de lo construido se hizo en suelo consolidado, sin cesión ni contraprestación alguna.

Ahora, uno de los objetivos del nuevo Plan es fijar un marco de colaboración con los operadores públicos, sociales y privados para 'establecer unha política estable de vivenda que garanta no longo prazo unha adecuada oferta de vivenda protexida', señaló Francisco Rodríguez. Y pretende revalorizar la ciudad existente, introduciendo criterios de calidad en las actuaciones y ampliando la política de recuperación de viviendas mediante las delimitaciones de áreas de rehabilitación integral.

Tren a San Cibrao

El nuevo planeamiento incorporará también las nuevas centralidades urbanas, como el plan especial de la Universidad y el de integración del AVE en la zona Norte (aunque también en San Francisco); los suelos de A Farixa y Mariñamansa con los proyectos de Eroski y Flager, así como un nuevo complejo dotacional y de servicios, el plan especial de la Finca Sevilla y el desarrollo del Campus Sur en torno a la Universidad Laboral, en la zona Sur de la ciudad. Asimismo, apunta un nuevo centro dotacional y de actividad en la zona Oeste, en O Couto, que se concretará con el traslado del campo de fútbol a O Cumial.En cuanto a zonas verdes, las riberas fluviales se ordenarán como pulmones y ejes vertebradores de la ciudad.

El documento propone, además, un sistema de parques de distrito: Montealegre (en ejecución) en el Este, en torno al Barbaña, hacia Barbadás, en el Oeste y en el Norte, prevé un gran parque urbano en torno al Castro de Oira. Al margen de la recuperación medioambiental, el anteproyecto aporta una política específica de recuperación y rehabilitación del patrimonio, a partir del plan especial del Centro Histórico e incluyendo la zona BIC de As Burgas y el núcleo de Seixalbo, entre otros.

Asimismo, el documento pretende impulsar desde la iniciativa pública el desarrollo de la zona natural de crecimiento de la ciudad en torno a la Ronda Bulevar.

Sin embargo, el gran cambio urbanístico de la ciudad posiblemente venga de la mano de la integración de la infraestructura ferroviaria para la alta velocidad. Aunque el documento inicial no concreta las actuaciones sino que diseña las estrategias a seguir, y partiendo de la base de que el estudio informativo de Fomento no contemplaba el soterramiento, sí considera importante que se oculte parcialmente la penetración en la ciudad de esta infraestructura, incluso con la cubrición parcial del espacio de vías en el ámbito de la estación, y recomienda que se aborde la integración visual y topográfica del conjunto de esta intervención.

Además, el plan mantendrá los suelos empresariales de Seixalbo-O Cumial y Santa Cruz, que están en fase de tramitación, los previstos en el plan especial de la Universidad y propondrá una reordenación de usos en el polígono de As Coiñás, en O Vinteún. No en vano, la intención del gobierno municipal es 'asegurar a base das actividades económicas'.

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