TURISMO

El número de plazas de turismo rural en la provincia creció un 20% desde la crisis

Reportaje turismo rural ribeiro
13-3-15
Pazo de Esposende
photo_camera Los establecimientos de turismo rural han recuperado parte del patrimonio arquitectónico en desuso.

El sector ve ahora la situación con más optimismo, aunque se requiere mejorar la profesionalización o la cartera de servicios

El turismo rural comienza a dar síntomas de recuperación en la provincia. Aunque con paso lento, las inversiones vuelven y las apuestas por el sector se hacen más evidentes. Recientemente el Obispado vendió cinco casas rectorales en la provincia y según Raúl Alfonso González, delegado episcopal para asuntos económicos, los compradores las destinarían al negocio turístico una vez rehabilitadas.

La crisis también puso contra las cuerdas al sector, pero las cifras ahora son más amables. En los últimos diez años el crecimiento fue notable. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), facilitados en febrero, hay 71 establecimientos de turismo rural en Ourense, frente a los 57 del 2008, al comienzo de la crisis. Por lo tanto, el aumento fue del 19,8%. Dicho de otra manera: a salvo de importantes baches en el bienio 2011-2012, la actividad se recupera

Las plazas pasaron en el mismo periodo de 690 a 867. Es decir, el crecimiento fue del 20,5%. Por su parte, el grado de ocupación por plazas pasó del 25,5% al 42,7% de media los fines de semana, tomando el citado mes como referencia, pese a ser de temporada baja.

¿Qué valor tienen estas cifras? Miguel Rodríguez y Elisa Alén, que han elaborado un informe sobre el sector para el Foro Económico de Galicia, subrayan que la oferta de turismo rural "ha crecido de forma continuada en las últimas décadas". También reconocen que no hay "grandes ratios de ocupación" y que la media gallega se quedó en el 20% en el 2016.

Si embargo, en momentos puntuales los datos son mucho mejores. En la Ribeira Sacra la pasada Semana Santa se registró un 69,40% de ocupación media, pese a la meteorología adversa. Cristina Rico, gerente en funciones del Consorcio de la Ribeira Sacra, constata "que se están abriendo nuevas casas" y que el sector se anima también para abrir negocios hosteleros o viviendas turísticas.


El momento


En esta zona que abarca parte de Ourense y Lugo se concentra una gran cantidad de casas rurales. Una treintena se agrupa en la asociación Ribeira Sacra Rural y su presidente, Francisco Almuiña, aprecia que "a Ribeira Sacra está na cresta da ola e temos que aproveitar o momento". Aprecia que "sobre todo no último ano confírmase a boa situación do sector" y calificó el 2017 como fantástico. Es partidario de "traballar como marca na Ribeira Sacra", fomentar el asociacionismo, mejorar los servicios "e vender experiencias".

El cliente está volviendo a reservar en las casas de turismo rural y en febrero de este año se registraron 3.683 pernoctaciones en las de Ourense, frente a las 2.109 registradas diez años antes. Pero los retos son numerosos y están en varios frentes.

José González, del establecimiento Casal de Armán —que también gestiona una bodega— cree que la especialización y la cooperación del sector "son apuestas primordiales" y ha reconocido que "sobre todo con subvenciones, en los últimos años se recuperó mucho patrimonio con edificaciones dedicadas al turismo rural que de otra forma se habrían perdido".

Elisa Alén, profesora del Master de Turismo que se imparte en el campus de Ourense, ve entre las debilidades del sector, la "falta de profesionalización" y que en muchos casos "hay que hablar de propietarios más que de profesionales ofertando servicios turísticos". 


Un gasto de entre 26 y 30 euros por persona y noche


El gasto medio se mantiene estable, pero uno de sus atractivos es que la estancia sale más económica que en otras modalidades de estancia. Según datos recogidos por el Cluster de Turismo de Galicia, "la media de gasto más frecuente entre los viajeros de turismo rural está entre 26 y 30 euros por persona y noche y, por tanto, aunque el turismo rural es más económico que otro tipo de turismo, los viajeros no escatiman en invertir más dinero en sus escapadas". 

Sostiene, en cuanto a los momentos en que se elige este tipo de alojamiento, que la mitad de los turistas (49,27%) prefiere viajar en fin de semana, mientras que el 18,99% optó por los puentes para sus desplazamientos. Por otro lado, las vacaciones de verano son otra de las fechas destacadas en el turismo rural, pero es "mayo el mes preferido para hacer turismo rural". 

Según el portal Clubrural.com el consumidor habitual de turismo rural en 2017 fue mujer, mayor de 40 años. Según estos datos, recogidos por el Cluster, el 41,68% del público total de 2017 fue mayor de 45 años mientras que entre 41 y 45 años fueron el 20,33%. El turismo rural se aleja de los jóvenes de entre 18 y 25 años (4,70%) y 26 y 30 años (5,25%). 

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