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Obras en el túnel de Áspera, a 8 kilómetros de Ourense

Maquinaria en las obras del AVE, a la altura de Seixalbo  (JOSÉ PAZ).
photo_camera Maquinaria en las obras del AVE, a la altura de Seixalbo (JOSÉ PAZ).

Cuatro empresas gallegas trabajan en la adaptación del pasillo ferroviario deste Taboadela

Cuatro empresas gallegas están trabajando ya en los 14,4 kilómetros que separan las estaciones de Taboadela y Ourense Empalme, con el objetivo de convertir ese tramo en un pasillo ferroviario para circulación dual: trenes de alta velocidad de ancho estándar de 1.435 milímetros y trenes de viajeros y mercancías de ancho convencional o ibérico, que es el actual de esa línea. Para ello, fueron adjudicados dos contratos: el primero para la implantación del tercer carril y adecuación de la actual plataforma para su nuevo uso, a las empresas ourensanas Copasa y Cosfesa, constituidas en una unión temporal de empresas. 

Entre las actuaciones que ya está llevando a cabo la UTE ourensana se encuentra la preparación de los accesos a los túneles en los que tendrán que realizar trabajos de impermeabilización y rebajar la plataforma de la vía unos centímetros para que puedan tener el gálibo suficiente para la instalación de los elementos de sustentación de la catenaria.

El tramo cuenta con cuatro túneles que suman 1.356 metros. El primero, desde Taboadela a Ourense es el de Áspera, en el que han comenzado a preparar el acceso a la plataforma. Se trata de un túnel de 155 metros de longitud, emplazado en el punto kilómétrico 240, a cinco y medio de la estación de Taboadela, y está entre los municipios de San Cibrao das Viñas y Ourense.

El siguiente es el pequeño túnel de Curuxeiras o Curuxeirán, de 127 metros de longitud, en el punto kilómetrico 242. Un kilómetro más adelante está el de La Marquesa, de 246 metros, que discurre en pleno casco urbano y cuya boca oeste se encuentra muy cerca de la calle del mismo nombre. El último es el de San Francisco, de 828 metros, en el punto kilométrico 246,204. En este, además de los trabajos que se realizarán en el resto de los túneles del tramo, las obras de adaptación incluyen un pasillo de evacuación.

La segunda UTE está integrada por dos empresas pontevedresas: Civis Global, con sede en Vigo y Taboada y Ramos, en Lalín. El primer trabajo de su contrato consiste en realizar un estudio de viabilidad del viaducto del Miño para su uso en vía doble; algo que se da a priori por supuesto, dado que en su día fue proyectado y construido con ese fin. Los trabajos en el viaducto incluirán también la creación de pasarelas de seguridad a ambos lados para la evacuación en caso de necesidad o para la circulación de los equipos de mantenimiento. En el viaducto serán instaladas dos vías, una de ancho estándar y otra de ancho ibérico, que saldrán de un desvío que se instalará en la zona de As Lagoas, hasta el que la vía llegará con tres carriles desde Taboadela. La estación de Ourense no tendrá ninguna vía de ancho mixto: dos serán de ancho estándar que serán término, con sus toperas. Y las otras de ancho ibérico.

Los trabajos de la segunda UTE concluirán con el cerramiento del pasillo ferroviario con valla metálica en todo su recorrido.


Las obras afectarán a la circulación


Una de las dificultades que entraña el trabajo en este pequeño tramo de poco más de 14 kilómetros es la planificación para minimizar el impacto que van a tener, tanto en la circulación de los trenes como en el entorno. La mayoría de los trabajos se desarrollan en horario nocturno, aunque es previsible que a partir de mayo haya cortes puntuales en la circulación ferroviaria. La circulación de personas y vehículos por pasos elevados se verá afectada en los que serán demolidos y nuevamente construidos, pero ya adaptados a los nuevos gálibos, para que pueda ser instalada la catenaria. También serán desviadas líneas de teléfono y electricidad. Sin embargo, no habrá afecciones a terrenos colindantes. Todos los trabajos serán realizados dentro de la actual plataforma.

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