La elevada incidencia incendiaria registrada en el Macizo Central ourensano este último año no ha pasado desapercibida para la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO), dependiente de la Consellería de Medio Rural. Entre los años 2020 y 2021, se contabilizaron once que calcinaron un total de 222,59 hectáreas.
Según fuentes de ese último organismo, hay varias investigaciones abiertas para aclarar las causas de la intencionalidad por lo que, añaden, “non se descartan postas a disposición xudicial nos vindeiros meses”. De hecho, la unidad acaba de denunciar a un vecino de Requeixo (Chandrexa de Queixa) por dos fuegos registrados en el mes de octubre. Los dos incendios se registraron en la parroquia de San María Madanela. El primero de ellos fue detectado a las 13,36 horas del 14 de octubre y quemó una superficie de 0,8 hectáreas de monte raso mientras que el segundo, registrado cinco días después, calcinó 0,32 hectáreas.
Las investigaciones llevadas a cabo por agentes de UIFO en colaboración con expertos del distrito forestal XIII Valdeorras-Trives permitieron identificar al hombre, de 61, años, que fue puesto a disposición judicial.
La UIFO fue creada este año y está formada por 15 miembros de la escala de agentes ambientales, con dependencia directa del director xeral de Defensa do Monte, desvinculados de las labores de extinción, por lo que se centran en la investigación de las causas de los incendios.
Además, el 70 por ciento del territorio gallego está vigilado por un total de 142 cámaras repartidas por toda la geografía gallega. “Permiten salvagardar, detectar e anticiparse aos lumes, ademais de 12 drons cos que persoal da Xunta vixía os montes galegos para detectar conductas incendiarias”, aseguran desde Medio Rural.
