Las deficiencias en la calidad del servicio de las operadoras de teléfono móvil en la ciudad provocan numerosos problemas a los usuarios en lo que respecta a la cobertura. Las propias empresas reconocen su preocupación por los problemas en Ourense, sobre todo en la zona del centro, y abogan como solución por la instalación de más antenas de telefonía -incluso creen preciso incrementarlas un 80%-. Mientras, los ciudadanos continúan movilizándose contra estas antenas, como pasó en la avenida de Zamora.
¿Problemas de cobertura de su teléfono móvil en la ciudad? Buena parte de los ourensanos contestarían afirmativamente a esta pregunta. Según el portavoz de Redtel (la patronal de las operadoras), Carlos Cernuda, la situación es grave. Ourense es una de las ciudades donde más problemas tenemos. Nos preocupa bastante la pérdida de calidad del servicio en esta ciudad.
Aunque Cernuda considera que prácticamente no existe ningún rincón de la ciudad sin problemas, las operadoras detectan que las dificultades mayores de cobertura se encuentran en el centro. En la calle no hay tanto problema pero si entras en un café o en casa, es evidente que se pierde calidad, explica Cernuda. Los problemas aumentan en lo que respecta a la implantación de ADSL móvil y a la velocidad del servicio, en el que la calidad es comparable a la de poblaciones de menos de 20.000 habitantes, señalan fuentes de red de Vodafone. Cernuda estima que harían falta entre cuatro y seis antenas más en esta zona de la ciudad para subsanar todas las deficiencias.
Y es que la única manera que ven las operadoras de mejorar su servicio choca de frente con muchos intereses vecinales: la instalación de más antenas. Mientras la patronal señala que la ratio de antenas por habitantes en Ourense -una por cada 10.000- es la mitad de la media y que haría falta aumentar en un 80% el número actual de antenas, ciudadanos como los pertenecientes a la Plataforma de afectados por la telefonía móvil entienden que no se han desmantelado tantas como se dice, y siguen con su preocupación sobre los efectos de estas instalaciones sobre la salud. La gente debe decidir si prefiere tener una mejor cobertura de teléfono o si le importa más el riesgo que ello supone para la salud, explica Amadeo Simón, miembro de esta plataforma.
El debate
No obstante, Carlos Cernuda insiste en que las antenas no son un peligro para la salud y que los niveles de emisión están regulados por ley. Simón, por su parte, cree que no se deberían instalar indiscriminadamente. La Organización Mundial de la Salud recomienda una distancia mínima, concluye.
La polémica
La semana pasada, alumnos y padres del colegio San Pío X manifestaban su oposición a la instalación de una antena de telefonía móvil en la avenida de Zamora, una zona que, según Redtel, precisa mejorar su cobertura. La proximidad al colegio y, por tanto, las consecuencias que la antena puede tener en la salud de los menores, son unas de las objeciones principales de los que se oponen a esta antena. Amadeo Simón explicaba ayer que la antena de Movistar de la avenida de Marín -cerca del instituto Blanco Amor y del colegio Prácticas- continúa funcionando, por lo que presentaremos alegaciones y no descartamos movilizaciones.
Así pues, la oposición de los ciudadanos choca de frente con lo que las empresas consideran necesario para mejorar su servicio, ya que aseguran que las antenas actuales trabajan al límite de su capacidad y la proximidad -de la antena con los teléfonos- es un elemento fundamental para que la telefonía funcione correctamente. Mientras los primeros muestran su recelo a las consecuencias que en la salud puede tener la cercanía de estas antenas, los segundos reiteran que la normativa existente al respecto garantiza la protección sanitaria de la población.
Ante esta situación, el Concello ha sido reacio a nuevas licencias para antenas. Ha mantenido encuentros con los representantes de las operadoras y éstas destacan que hay buena voluntad pero no avanzamos. Sería bueno volver a reunirnos y desbloquear la situación, explica Cernuda.
Aunque Cernuda considera que prácticamente no existe ningún rincón de la ciudad sin problemas, las operadoras detectan que las dificultades mayores de cobertura se encuentran en el centro. En la calle no hay tanto problema pero si entras en un café o en casa, es evidente que se pierde calidad, explica Cernuda. Los problemas aumentan en lo que respecta a la implantación de ADSL móvil y a la velocidad del servicio, en el que la calidad es comparable a la de poblaciones de menos de 20.000 habitantes, señalan fuentes de red de Vodafone. Cernuda estima que harían falta entre cuatro y seis antenas más en esta zona de la ciudad para subsanar todas las deficiencias.
Y es que la única manera que ven las operadoras de mejorar su servicio choca de frente con muchos intereses vecinales: la instalación de más antenas. Mientras la patronal señala que la ratio de antenas por habitantes en Ourense -una por cada 10.000- es la mitad de la media y que haría falta aumentar en un 80% el número actual de antenas, ciudadanos como los pertenecientes a la Plataforma de afectados por la telefonía móvil entienden que no se han desmantelado tantas como se dice, y siguen con su preocupación sobre los efectos de estas instalaciones sobre la salud. La gente debe decidir si prefiere tener una mejor cobertura de teléfono o si le importa más el riesgo que ello supone para la salud, explica Amadeo Simón, miembro de esta plataforma.
El debate
No obstante, Carlos Cernuda insiste en que las antenas no son un peligro para la salud y que los niveles de emisión están regulados por ley. Simón, por su parte, cree que no se deberían instalar indiscriminadamente. La Organización Mundial de la Salud recomienda una distancia mínima, concluye.
La polémica
La semana pasada, alumnos y padres del colegio San Pío X manifestaban su oposición a la instalación de una antena de telefonía móvil en la avenida de Zamora, una zona que, según Redtel, precisa mejorar su cobertura. La proximidad al colegio y, por tanto, las consecuencias que la antena puede tener en la salud de los menores, son unas de las objeciones principales de los que se oponen a esta antena. Amadeo Simón explicaba ayer que la antena de Movistar de la avenida de Marín -cerca del instituto Blanco Amor y del colegio Prácticas- continúa funcionando, por lo que presentaremos alegaciones y no descartamos movilizaciones.
Así pues, la oposición de los ciudadanos choca de frente con lo que las empresas consideran necesario para mejorar su servicio, ya que aseguran que las antenas actuales trabajan al límite de su capacidad y la proximidad -de la antena con los teléfonos- es un elemento fundamental para que la telefonía funcione correctamente. Mientras los primeros muestran su recelo a las consecuencias que en la salud puede tener la cercanía de estas antenas, los segundos reiteran que la normativa existente al respecto garantiza la protección sanitaria de la población.
Ante esta situación, el Concello ha sido reacio a nuevas licencias para antenas. Ha mantenido encuentros con los representantes de las operadoras y éstas destacan que hay buena voluntad pero no avanzamos. Sería bueno volver a reunirnos y desbloquear la situación, explica Cernuda.
