Otilia Sampedro, una monja franciscana de 85 años que cada mañana -desde hace 15- recorre el mismo trayecto arrastrando un carrito de la compra con un destino marcado, el de la solidaridad con los más desfavorecidos.
Alejandro, Pedro, Carlos, Juan. Más allá de un ramillete de nombres. Para ellos esta monja franciscana es un pequeño ángel de la guarda , no sólo por la solidaridad proyectada, sino por su gesto…
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