Los ourensanos mueren de cáncer y corazón

Un hombre se mide la tensión arterial, en la Semana del Corazón de Ourense. (Foto: Xesús Fariñas)
De las 4.764 muertes registradas en 2007 en Ourense, 1.647 se debieron a enfermedades cardiovasculares, 1.208 por tumores y 635 se debieron a dolencias respiratorias. Llevar una vida sana es la clave para mitigar estas cifras.
De los 4.764 óbitos registrados en 2007, casi 3.000 se correspondieron con estas patologías prevenibles LORENA CRESPO Si existe una verdad absoluta e incontestable, ésa es que la muerte es inevitable. Sin embargo, en las manos de cada persona están las claves para retrasarla en lo que respecta a las enfermedades que provocan más fallecimientos, que son los problemas cardiovasculares y los tumores cancerígenos.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, durante el año 2007 se registraron un total de 4.764 fallecimientos en la provincia. De éstos, 1.647 se produjeron por causa de enfermedades cardiovasculares (infartos e ictus, mayoritariamente); 1.208 se correspondieron con tumores malignos (pulmón, colon, mama, próstata y vejiga son los más frecuentes) y 635 los ocasionaron patologías respiratorias, en donde sobresale la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que afecta sobre todo a personas de edades avanzadas.

En todas ellas, la edad es, pues, un factor de riesgo fundamental, sobre todo para una provincia envejecida como es el caso de Ourense. Aunque es un elemento inevitable (al igual que la predisposición genética, por ejemplo), existen otros muchos, sobre todo la forma de vida y alimentación, que provocan que estas enfermedades aceleren su proceso a edades más tempranas.

La prevención


Todos los jefes de servicio de las áreas que tratan estas dolencias en el Complexo Hospitalario de Ourense lo tienen claro: en la prevención está la clave. Y ésta cuenta con una fórmula mágica que está en poder del propio paciente.

La hipertensión, las dislipemias (es decir, los niveles de colesterol en sangre), la diabetes, la obesidad y, sobre todo, el tabaquismo, conforman el equipo de amenazas más graves para la salud de los ourensanos y suponen las causas principales para las dolencias que más óbitos producen. Su control a tiempo es imprescindible para que no coexistan entre ellas, lo que provocaría el desencadenamiento de enfermedades con graves consecuencias.

Por eso, una dieta equilibrada, evitar los excesos (gastronómicos, de alcohol o drogas), hacer deporte moderado adaptado a cada edad y abandonar el cigarrillo es la receta de todo médico para sellar con seguridad la salud.

Al margen de factores inevitables, subyace que las principales causas médicas de muerte sean producto de dolencias que no actúan de repente, aunque sí de forma silente (los síntomas no ‘avisan’ con dolor o molestias) y progresiva. El jefe de Medicina Interna del CHOU, Ovidio Fernández Álvarez, pone nombre a lo que considera ‘una verdadera plaga’: el tabaquismo y la falta de esfuerzo para poner medidas que eviten los factores de riesgo. ‘Cada uno consigue lo que quiere conseguir -dice- y si uno se propone esforzarse por mejorar la salud, puede lograrlo sin problemas’.

ONCOLOGÍA

El ejercicio frena la aparición de tumores Aunque aún se desconoce la causa, estudios clínicos han demostrado que el ejercicio previene la aparición de tumores. Así lo señala el jefe de Oncología del CHOU, Jesús García Mata, quien recuerda que una vida sana y prestar atención a los síntomas anómalos que no remiten en 15 días son claves para prevenir el cáncer. Los más habituales, el de mama en mujeres y los de colon y pulmón en los hombres. Sin embargo, el aumento de féminas fumadoras contribuirá a igualar ambos sexos. El tabaco, como siempre, es una condena: ‘Si no existiese esta sustancia, el de pulmón sería un tumor rarísimo’, asegura.

CARDIOLOGÍA

’Uno puede sentirse bien y no estarlo’ El jefe del Servicio de Cardiología del CHOU, Manuel Pérez Rodríguez, recuerda que la hipertensión, la dislipemia, la edad, la diabetes, el tabaquismo y la vida sedentaria son factores de riesgo que multiplican la posibilidad de padecer las enfermedades cardiovasculares más frecuentes en Ourense: el ictus, el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y la insuficiencia renal. ‘Uno puede estar en riesgo encontrándose bien, sin síntomas y sin considerarse enfermo’, asegura, por lo que aboga por realizar chequeos y, sobre todo, por adoptar hábitos de vida saludables.

NEUMOLOGÍA

20.000 pacientes sin diagnosticar La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la patología respiratoria que mayor número de ingresos produce en el CHOU al año (850), según el jefe de Neumología, Pedro Marcos Velásquez. Le siguen el cáncer (185) y las infecciones, éstas con mayor riesgo entre los ancianos. El tabaquismo es un factor de riesgo fundamental: ‘Si no existiese el tabaco, no habría EPOC’, asegura Marcos, quien destaca que esta enfermedad se suele detectar tarde (cifra en 20.000 los posibles pacientes sin diagnóstico en la provincia), ya que quienes la sufren asocian los síntomas, precisamente, al consumo continuado de tabaco.

MEDICINA INTERNA

La alimentación, clave en la prevención Evitar las grasas saturadas y los excesos alimentarios, hacer ejercicio moderado y no fumar. Son las claves que da Ovidio Fernández Álvarez, jefe de Medicina Interna en el CHOU, para ‘retrasar la muerte’. Y estas pautas, dice, deben adoptarse desde la infancia y fomentarse desde todos los ámbitos sociales. La edad, además, es un factor de riesgo ‘para todo menos para el sarampión’, bromea, sobre todo para una provincia tan envejecida como Ourense. Sin embargo, salvando este aspecto y la predisposición genética, ‘está en nuestras manos el esfuerzo por adquirir hábitos de vida saludables’, concluye.

MEDICINA DE FAMILIA

La falta de dolor esconde los riesgos Enfermedades como la diabetes o la hipertensión se desarrollan ‘silentes’, es decir, sin producir dolor o molestias. De ahí que el paciente no les preste atención (retrasando así su tratamiento) y las complicaciones serias lleguen de la mano de la coexistencia con otros factores de riesgo. Así lo explica María Jesús Pereira, jefa del servicio de Medicina de Familia y Comunitaria. De ahí que la prevención y el control de los riesgos (que se incrementan proporcionalmente con la edad) una vez detectados sea fundamental para preservar una buena salud. Los hábitos de vida saludable son para esta doctora la garantía.





Te puede interesar