Artes marciales, bailes de dragón y recitales poéticos amenizaron la jornada del colectivo en la ciudad

Ourense celebra el Año Nuevo Chino, dedicado al buey, una figura ‘ideal para superar la crisis’

Cerca de  personas, entre chinos y ourensanos, dieron la bienvenida al nuevo año en el Liceo. (Foto: Martiño Pinal)
La comunidad china de Ourense, integrada por 113 personas empadronadas en la ciudad, celebró ayer en el Liceo el inicio del Año Nuevo Chino, a través de un acto festivo organizado por la Asociación para la Promoción de la Cultura China.
‘Estamos contentos de que este año de crisis económica esté dedicado a la figura del buey, el segundo de los doce animales que configuran nuestra horóscopo, pues la fuerza de este animal es la ideal para superar esta época’. Con estas palabras Sun Xiao Hong, más conocida como Marisol Sun, presidenta de la Asociación para la Promoción de la Cultura China, daba a la bienvenida ayer a las cerca de 200 personas que se reunieron en el Liceo para celebrar a las cinco de la tarde (12 de la noche hora de China), la entrada del Año Nuevo Chino.

Exhibiciones de artes marciales, bailes de dragón, un recital poético en mandarín y una degustación gastronómica fueron las actividades que se realizaron durante la festividad.

La jornada comenzó con una exhibición de ‘Wu-shu’, a cargo de alumnos de los gimnasios ‘Dinamic Center’ y ‘Artai’. Espadas y palos ‘bo’ hicieron las delicias de los más pequeños. Después, alumnos de la academia ‘Iforense’ y de los colegios Guillelme Brown y Miraflores que estudian chino recitaron poemas en este idioma y bailaron con el tradicional disfraz de dragón.

Minutos más tarde, el músico Xiao Ping y el tamborilero cubano Wilber Calver ofrecieron un concierto en el que mezclaron el vio lín chino y la batucada africana. El acto terminó una degustación de platillos orientales, en el restaurante Gran Muralla. En la provincia existen actualmente 130 ciudadanos chinos, de los que 113 están empadronados en la ciudad, sin embargo la cifra real podría superar las 200 personas, según explicó la presidenta del colectivo, Marisol Sun, quien agregó que cada año aumenta el censo provocado por la proliferación de los bazares que regentan. En cuanto a las tradiciones y pequeñas supersticiones que realizan para recibir el nuevo año destaca el uso de ropa roja para la buena suerte, la entrega de un sobre con dinero a los niños para la abundancia, y la colocación, en la puerta de la casa de pergaminos con caracteres que representan la felicidad.

‘Vivir en la ciudad de Pekín es un gran desafío cultural’

Modesto Corderi, estudiante de Filología China aplicada a Negocios, en la Universidad Popular de Lengua y Cultura de China, es uno de los pocos ourensanos que actualmente residen en Pekín. Por lo menos él no conoce a ningún otro ourensano, además de Carlos González Mira, director del Banco Bilbao Vizcaya en la capital china.

Presente en la fiesta de año nuevo, al estar de vacaciones en la ciudad, Corderi, quien lleva tres años viviendo allí, explica que decidió irse a China pensando ‘en el prometedor futuro que tienen las empresas de capital chino en España y Galicia’. Aclara que su estancia es un ‘gran desafío cultural’, principalmente por las diferencias en la comida, ‘pues echo de menos los embutidos’, y por las costumbres sociales. En este sentido, el estudiante ourensano de 27 años explica que una de las grandes diferencias entre Galicia y Pekín es que la sociedad china ‘no acostumbra salir a la calle a tomar algo como nosotros, pues casi no hay bares y por lo mismo no hay botellón, lo que provoca una diferencia abismal en nuestro comportamiento y la forma de relacionarnos hombres y mujeres’.

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