Con la actuación en Entrimo de Bielorrusia, Bolivia y Serbia en la tarde de ayer, la trigésima edición de As Xornadas de Folclore ha llegado a su fin, tras nueve días de celebración en 16 concellos de la provincia de Ourense.
El evento, que contó con la participación de seis conjuntos, procedentes de Bolivia, Filipinas, Brasil, Polonia, Bielorrusia y Serbia, sufrió en esta ocasión recortes presupuestarios, que afectaron sobre todo al número de países participantes, asistiendo seis grupos en lugar de los ocho de la pasada edición. A pesar de esta variación, se hizo un esfuerzo idéntico al de ediciones pasadas en aspectos tan importantes como la iluminación o las infraestructuras de las actuaciones, para no mermar la calidad de los espectáculos.
Las villas de Bande, O Barco, Carballiño, Manzaneda, Allariz, Maceda, Ribadavia, Trives, A Rúa, Viana, Verín, Xinzo de Limia, Castro Caldelas, Celanova, Entrimo y la ciudad de Ourense, acogieron esta cita festiva, con una respuesta de público que, según la organización, superó la asistencia registrada en ediciones anteriores.
Xullo Fernández, director artístico del evento, afirmaba ayer que 'es satisfactorio sobre todo percibir que tanto el público como los artistas se quedan satisfechos con las jornadas'. Señalaba también la importancia del trabajo en equipo que lleva a cabo la organización en cada edición, y decía de los miembros de los conjuntos que, para ellos, 'el pago más esperado es el aplauso'.
Con el buen sabor de boca que que dejó esta trigésima edición, los organizadores ya están pensando en el programa del próximo año para el que constituye el evento veraniego más internacional y multitudinario de la provincia ourensana.
Las villas de Bande, O Barco, Carballiño, Manzaneda, Allariz, Maceda, Ribadavia, Trives, A Rúa, Viana, Verín, Xinzo de Limia, Castro Caldelas, Celanova, Entrimo y la ciudad de Ourense, acogieron esta cita festiva, con una respuesta de público que, según la organización, superó la asistencia registrada en ediciones anteriores.
Xullo Fernández, director artístico del evento, afirmaba ayer que 'es satisfactorio sobre todo percibir que tanto el público como los artistas se quedan satisfechos con las jornadas'. Señalaba también la importancia del trabajo en equipo que lleva a cabo la organización en cada edición, y decía de los miembros de los conjuntos que, para ellos, 'el pago más esperado es el aplauso'.
Con el buen sabor de boca que que dejó esta trigésima edición, los organizadores ya están pensando en el programa del próximo año para el que constituye el evento veraniego más internacional y multitudinario de la provincia ourensana.
