Jaime Noguerol (Verín, 1950) está escribiendo una letra. Es una historia muy rockera que le pidió un amigo de Madrid. En la canción que se inventa, un tipo intenta atracar a otro en la calle Almirante de la capital que tanto añora, años después, el periodista ourensano (raiano, más bien) que la ICC Week homenajeó ayer. Aunque esto último le fastidia especialmente. “¿Homenaje? Tributo mejor. Que lo de homenaje suena a ciprés, a epitafio”, encaja el golpe horas antes de subirse al escenario del Teatro Principal. El tributo llevó el título de uno de sus libros, aquel que marcó tanto a Miguel Ríos que se lo puso de nombre a un disco: “Extraños en el escaparate”. El acto reivindicó al escritor que se inventó letras para Ríos, Luz Casal y otros tantos. Ese imaginario del Madrid de los ochenta convive con el Ourense de hoy en los artículos que cada domingo firma en La Región: su crónica “Ángulo Inverso”, con los dibujos de Alba Fernández, es un retrato de la ciudad que conoce el periodista. De la que se ve y, especialmente, de la que él llama el “lado B”, la cara oscura por la que caminan músicos y poetas con los que el autor se sienta a conversar.
Los rockeros no faltaron al tributo. Estuvo Yosi Domínguez, mítico líder de Los Suaves, y contó un secreto: “Esta es la tercera vez que teloneo en mi vida. La primera fue con Los Ramones, la segunda con los Rolling y hoy por fin en Ourense teloneo a Jaime Noguerol”.
También estuvo el músico Manuel Seda “Patacho”, el periodista musical Mariano Muniesa y la periodista Maribel Outeiriño, que explicó que la tercera vez que vio a Noguerol fue en la prisión de Pereiro, donde fue a parar “por algún trapicheo que no recuerdo” y terminó liderando un programa de radio. Cuenta el Noguerol pícaro que acabó allí por Hemingway, que decía que para escribir había que pisar una cárcel un par de meses.
Habitación Vudú, un grupo de música de jóvenes ourensanos (raianos, más bien), tocó letras de Noguerol, al que admiran, empezando por “Mujeres”, que fue compuesta para Luz Casal. “Son fronterizos como yo, de alguna manera tienen ese subconsciente colectivo que tengo de la infancia. Son valientes y trabajadores”, valora el escritor. Él también se siente reconocido: “Hace poco estuve con mis amigos en Madrid y me siento bien”. La morriña de la movida madrileña habita en Noguerol: “Me cago en la puta. Hace poco estuve en el concierto de Ríos y aquellas calles me recuerdan a Valente, que decía: ‘La ciudad siempre va contigo’. Aquello era una auténtica fiesta, fue un momento histórico”.
A Noguerol le atrapó Madrid, pero también Ourense. Lo sigue haciendo. “Como todo escritor, uno tiene sus contactos con el lado oscuro, con los muchachos que caminan por el alambre. El otro día, unos músicos de la calle me contaban que no saben qué pasa en esta ciudad que vienen unos días a tocar y hay algo que los atrapa y se quedan aquí, buscándose la vida. Esta ciudad tiene un lado oscuro muy fuerte. Abundan los camellos y hay muchos jóvenes que caminan perdidos. Afortunadamente, también hay mucho talento. Esta ciudad es muy extraña. A mí también me tiene atrapado, es mi Ítaca pero también mi maldición”.
Cuatro secretos
Para el periodista la ciudad se define en cuatro conceptos. “Ourense dio las mejores mentes del siglo XX, el mejor barrio de prostitutas del norte de España; es la ciudad que ha tenido más locos entre los 60 y los 70. La última clave es que es una de las ciudades con más suicidios de Europa. Es una ciudad muy complicada”.
Se acuerda de cuando Jácome le propuso ser su asesor cultural. Le había dado unas clases de literatura antes. “Creo que él se identifica muy poco con esto del saber, tiene cultura de libros de autoayuda. Hay que conseguir que esta ciudad recupere el espíritu de Nós, empujar a la gente a un estilo creativo”.
Hablando de creatividad, el escritor al que ayer celebraron los rockeros, sigue maquinando. “Tengo unas cuantas historias, espero poder poner las letras en marcha en breve. Sobre todo, la del atracador”.
