ENTREVISTA

"Ourense ya no fue lo mismo tras la fuga de empresas del Polígono"

photo_camera José Gómez Gómez, exsecretario provincial de CC.OO.

José Gómez Gómez (65 años), uno de los históricos del sindicalismo ourensano -en su caso con CC.OO-., se jubila hoy, tras 39 años de dedicación a la defensa de los derechos de los trabajadores

José Gómez Gómez (65 años), uno de los históricos del sindicalismo ourensano -en su caso con CC.OO-., junto con José Luis Lobato Martínez y José Eugenio Lorente Alcalde, se jubila hoy, tras 39 años de dedicación a la defensa de los derechos de los trabajadores. También de las empresas y de la provincia, como recuerda en esta entrevista, en la que, entre otros logros, muestra su satisfacción por haber conseguido que Galfor se integrara en el potente grupo vasco GSD -CIE Automotive-.

¿Cómo surgió en usted el interés por el sindicalismo?

Estaba trabajando en la empresa Galfor, entonces Forjas de Galicia, en los años 70. Se estaban produciendo en aquella época una serie de movilizaciones dentro de la empresa y yo, que era muy joven entonces, participé en las protestas y me afilié al sindicato. Así empecé y ya no paré más.

¿Qué recuerda de aquellos primeros años de lucha sindical?

Había muchísima ilusión, éramos jóvenes y teníamos muchas ganas de cambiar las cosas. Recuerdo que la calle Bedoya todavía estaba con piedras y se las tiraban a la Policía. Veías que la gente necesitaba negociar convenios colectivos, mejorar sus condiciones laborales y trabajábamos en ello con muchísima ilusión, día y noche al servicio del sindicato. Yo luego fui miembro del comité central del Partido Comunista y por la noche pegábamos carteles y por el día hacíamos asambleas; era una vida muy activa, que recuerdo con mucho cariño y que me dio muchas satisfacciones.

Han cambiado mucho las cosas, ¿no es así?

Yo creo que, efectivamente, han cambiado mucho pero eso no es ni bueno ni malo. La sociedad ha cambiado. Antes hacíamos un vis a vis con los trabajadores, convocábamos asambleas en las fábricas, y ahora se hace por internet. Nosotros luchamos, por ejemplo, por el derecho a la huelga y ahora tienen ese derecho pero lo usan poco; son formas que han cambiado mucho, pero no puedo decir que fuera mejor. Lo que sí puedo decir es que nosotros dedicábamos muchas horas de trabajo, cuando ahora no es así porque las nuevas tecnologías cambiaron los modos.

De todas las luchas en las que estuvo, ¿cuáles le marcaron más?

Yo creo que la marcha de la Citröen a Vigo y el cierre de las minas de A Penouta, una lucha en la que yo participé muy activamente, con muchos encierros, cortes de carreteras, retenciones del Talgo... Fue una lucha terrible, muy larga, pero al final conseguimos unas indemnizaciones de más de 50 días por año para los trabajadores. Lo de la Citröen fue otro de los temas más mediáticos en Ourense, como el desmantelamiento del Polígono de San Cibrao en los 70, con la fuga de varias de sus empresas. Ourense ya no fue la misma provincia tras esta huida de empresas.

¿Hay algún otro hito destacado?

También la lucha por conservar Galfor, una de las mejores empresas de Galicia, donde tuvimos una lucha muy importante para meterla en el grupo vasco GSD. Es, sin duda, uno de los grandes logros del sindicato CC.OO. para la provincia, junto con la dirección de la empresa, que fue responsable y apoyo esta lucha.  Tanto la Xunta como el Gobierno vasco también participaron en una negociación muy dura y que llevó muchos años.

¿Cómo ve el futuro del sindicalismo?

Los sindicatos no desaparecerán nunca; si no existieran, se inventarían.

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