El GPS, que tanto ha facilitado la vida a los conductores del mundo durante los últimos años, se ha convertido en un pequeño traidor en algunas de las carreteras de la provincia, que se ha transformado en un 'triángulo de las Bermudas' del transporte por carretera, con un atrapado este miércoles en A Gudiña, en un punto que ya había sufrido el mismo incidente en 2017.
Algunos lo achacan a la intrincada red de carreteras secundarias que bordean a las autovías ourensanas, que hacen que cuando la señal del aparato se pierde momentáneamente se 'pierda' y derive a los camiones a otras pistas, otras a puntos desfasados e incorrectos en los mapas y por último, a los despistes de los extranjeros, demasiado confiados sobre el buen trabajo de una herramienta imprescindible en el día a día.
Porque al menos tres camioneros se han quedado atrapados en distintos puntos de la geografía por un error del sistema de navegación, que no solo les sacó de la vía principal, les llevó a través de varios caminos hasta llegar a diversos atolladeros, que iban desde un camino por el que hacía años que no pasaba un camión, a un pueblo estrecho, del que su sufrido conductor se llevó cariño, una buena cantidad de embutido en la cabina, cortesía de los habitantes de la localidad y la ayuda clave de 'O Ringo da Devesa' un antiguo camionero que fue un salvavidas en medio de la nada (al menos para el chófer).
Especialmente sangrante fue el caso del conductor del camión rumano atascado en Vendas da Capela el pasado mes de octubre, que no solo tuvo que hacer un gasto importante en neumáticos después del primer imprevisto, sino que menos de 24 horas después tuvo que ser rescatado al quedarse atascado en un puente cerca de esa zona.
Desde diversas asociaciones recuerdan que existen varias aplicaciones adaptadas al transporte pesado, que evitan (no de forma infalible) gran parte de los problemas con las carreteras secundarias e incluso con el galibo de los propios camiones.
