No es un secreto que las pistas del sur ourensano pueden convertirse en un auténtico laberinto para los forasteros y mucho más cuando sus GPS deciden ir por libre. Víctimas de esta serie de malas coincidencias suelen ser los cientos de transportistas que atraviesan la Comarca de Monterrei. Uno de ellos, de nacionalidad rumana, permanecía desde las 20,00 horas del martes con su camión averiado en la carretera sin denominación que une Campos con Vendas da Capela, en el término municipal de Castrelo do Val. El trabajador había dejado atrás A Gudiña con dirección a Italia, después de descargar material para las obras del AVE. Al fiarse de su GPS, el camionero tomó la carretera local errónea y cortó tres neumáticos del lado izquierdo del semirremolque contra una tajea.
La historia recordó a muchos nostálgicos a la vivida con un transportista checo este verano en Vilardevós, sólo que, en esta ocasión, no apareció "O Ringo da Devesa" para rescatar al malogrado conductor, ni los vecinos para ofrecerle un bocadillo de chorizo. Sí lo hizo la patrulla de motoristas del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Verín, así como los GES de Laza y A Gudiña, y Seguridad Ciudadana de este último municipio. Y es que las fuerzas y cuerpos de seguridad no recibieron el aviso al respecto hasta las 12,30 horas de ayer. Es por esto que el conductor rumano tuvo que dormir en la cabina.
A última hora de la tarde, un operario de Euromaster, de Xinzo de Limia, se desplazó hasta el lugar para cambiarle las ruedas, sin embargo, la mala suerte se cebó con el rumano que, después de reiniciar su camino, atascó su tráiler a la entrada de Campobecerros. El conductor espera ahora la ayuda de una grúa de gran tonelaje.
