La cafetería del Jardín Japonés, conocida como La Pajarera, y una de las principales obsesiones del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome -se marcó desde su llegada su adjudicación a un canon alto-, sigue un año después de adjudicarse cerrada y costando dinero a las arcas municipales.
El Concello de Ourense acaba de iniciar las obras de reforma del inmueble, cuya concesión se hizo a toda prisa pese a haberse detectado en febrero de 2020 irregularidades, cuando el concurso estaba en proceso. Esta reforma, ya en marcha, obligó a Jácome a emitir un decreto el pasado abril para aprobar una transferencia de 44.000 euros para realizar las obras y corregir las deficiencias, pese a tener informes desfavorables. Antes, en marzo, la junta de gobierno local se vio obligada a suspender la concesión, siguiendo lo establecido por los informes del arquitecto municipal y la asesoría jurídica.
La Pajarera, sin uso desde verano de 2018, fue adjudicada en julio de 2020. El Concello no solo no ha cobrado el canon de 68.000 euros por el que se adjudicó -el proceso, oscurantista, no permite saber cuánto llegó a abonar- sino que ha tenido que gastar casi otro año de canon en reparaciones que ya conocía antes de haber adjudicado.
Declaraciones
Jácome presumía en febrero de 2020 de conseguir que el Concello pasase a recibir 68.000 euros al año con la nueva concesión. “Estamos tremendamente satisfechos”, decía entonces, presumiendo de que el contrato multiplicaba “por 100.000” los ingresos reportados a las arcas municipales.
“Decían que las condiciones que establecía eran muy duras. Sacamos una licitación con unas condiciones en las que yo personalmente me involucré. Se decía que iba a quedar desierto y para nada”, abundaba hace año y medio. “Esta es la gestión y la diferencia entre nosotros y los demás”, presumía el alcalde.
