El edificio de la rúa do Baño con desprendimientos de su fachada será derribado por 65.500 euros

La panadería de As Burgas ya es propiedad del Concello

Interior de la antigua panadería, que dejará paso a un acceso a la piscina termal. (Foto: JOSÉ PAZ)
El Concello es propietario de una panadería en desuso. Lo es desde que tomó posesión del antiguo horno ubicado en las traseras de As Burgas, que expropió recientemente por alrededor de 140.000 euros. Personal municipal retira estos días algunos objetos del recinto, porque su destino es desaparecer para dejar paso a un nuevo acceso desde la calle Cervantes a la piscina termal, la rúa das Burgas y las propias fuentes.
El Concello, que expropió la planta baja del inmueble -con una superficie de 133 metros cuadrados-, ha encargado ya la redacción del proyecto para realizar este acceso a las traseras de As Burgas. En él se incluirá el derribo de muros y otras construcciones en la planta baja, conservando la terraza existente en el piso superior. De esa forma, el paso consistirá en una nueva estructura con pilares y vigas que permitirá acceder a la zona ajardinada. Bajo este ámbito tiene continuidad la piscina romana que ya está parcialmente al descubierto aunque por el momento el Concello no contempla la posibilidad de realizar excavaciones en este punto que permitan descubrir toda la estructura romana.

Y si este acceso está pendiente de su apertura, estos días se encuentra cerrado el que comunica As Burgas con la rúa do Baño, después de que las lluvias de la semana pasada obligaran a formar un perímetro de seguridad en torno al edificio del número 2 de esta segunda calle, que sufrió desprendimientos desde la fachada debido al mal estado en el que se encuentra.


DERRIBO EN LA RÚA DO BAÑO

En este sentido, el departamento de Urbanismo ya decretó el estado de ruina inminente del edificio y ha encargado la demolición a una empresa), con un presupuesto de 65.525 euros. El acuerdo fue notificado a la empresa constructora propietaria del edificio para que, en un plazo de 48 horas, determine si será ella la que se haga cargo de las obras o si, por el contrario, continúan adelante a cargo del Concello, que después le repercutirá el coste.

Dado el plazo previsto, el Concello espera que la demolición se produzca en cuestión de días, de forma que se pueda retirar el perímetro de seguridad en torno al edificio y retomar la circulación de tráfico -restringida, al ser en el Casco Histórico- entre la calle García Mosquera y la propia rúa do Baño. Será entonces cuando también se pueda reabrir el acceso peatonal desde esta última calle a las traseras de As Burgas.

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