Los vecinos de A Costa, en Cudeiro, asisten sorprendidos a la aparición de mapaches en los montes que rodean sus viviendas, pese a estar acostumbrados a la presencia e interacción con una larga lista de animales salvajes, entre los que se incluyen águilas, visones, garduñas, donicelas ciervos, jabalís y zorros.
Emilio y Maribel, los dos vecinos que dieron la voz de alarma, se encontraron a las criaturas a la altura del Camiño Real, que atraviesa por sus casas. "No sabíamos qué eran. Pensamos en zorros o perros, pero tampoco", precisa Maribel, y añade que encontrar mapaches "es lo que le faltaba al pueblo, esto ya parece un zoológico".
Emilio confirma que avistaron a los mapaches "no alto do monte, mentres falábamos na entrada da casa de Maribel, ata que asustáronse e fuxiron trepando por unhas mimosas", y asegura que, para ellos, estos encontronazos con la fauna son habituales: "Temos unha praga de xabarís e outra de visóns. Atopamos cans de caza, cando rematan as batidas, abandoados nas estradas todos os anos".
"Levo un par de noites escoitando berros estridentes no bosque preto dos galiñeiros, e asusteime porque non identifiquei ó animal do que proceden", narra Estrella, que asegura que las criaturas están tan acostumbradas a la presencia humana, como ellos a la suya: "Unhas donicelas mataron ós meus canarios fai dous anos, e fai quince días unhas garduñas acabaron cun par de pitas. Os raposos e as águilas tamén atacaron varias veces o galiñeiro. Non teñen medo ningún, están xa acostumados ás persoas".
Consenso en la caza
A la espera de las actuaciones hoy del servicio de los agentes de la Xunta, los vecinos concuerdan en que es necesario dar caza a los mapaches.
Juan Carlos, que se define como "gran amante de la naturaleza", también aprueba la caza, ya que "si no se hace nada, tendremos más especies de fuera que propias".
"Por mi, que les den caza, sé lo peligrosos que pueden llegar a ser", sentencia Francisco, aunque su madre, Hermitas, no comparte la medida, pero la ve "comprensible", ya que"es mejor cortar el problema de raíz", para evitar plagas futuras, como la de los jabalíes, que "ahora mismo no tiene solución".