En la partida de subastado en el bar O Xugo de Os Peares, pueblo natal de Feijóo que pertenece a dos provincias y a cuatro concellos, se habla de política de manera apasionada y le cantan las cuarenta a los candidatos.
En Os Peares con un puñado de pasos se puede cambiar de provincia, caminar por cuatro concellos distintos, pisar tres partidos judiciales, saltar tres veces de comarca, dos de diócesis o darse un baño en tres ríos diferentes. En las elecciones del próximo 20 de diciembre habrá cuatro mesas electorales. Edelmiro Domínguez votará en la circunscripción de Lugo y su mujer en la de Ourense. La tierra natal de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, es un revoltijo administrativo. El bar O Xugo se encuentra en el concello lucense de Carballedo pero el prefijo telefónico es el ourensano. Curiosamente, la agrupación vecinal que fomenta la camaredería entre los habitantres se llama Sen Fronteiras y la agrupación de gaitas que llegó a ser dos veces campeona de Galicia recibe el nombre de Xuntanza de Augas porque en A Peroxa se unen los ríos Miño, Sil y Búbal.
Tanto en los dos ayuntamientos lucenses (Carballedo y Ferreira de Pantón) como en los dos ourensanos (A Peroxa y Noguerira de Ramuín) gobierna el PP. En Os Peares no hay cartelería electoral pero en la sagrada partida de subastado de la tarde se habla de política de manera apasionada. "Eu son de calquera excepto de Rajoy. Váleme calquera porque tiña mayoría absoluta para cortar a corrupción e estivo calado como con Bárcenas", proclama Eulogio Vázquez, jubilado de Fenosa mientras suma los tantos que lleva. "Eu non comparto as ideas de este señor, pero nas cartas imos ben", añade Edelmiro Domínguez, labrador retirado mientras hace un gesto indicando que su colega simpatiza más con Pedro Sánchez que con Pablo Iglesias. "Este non se quere acordar do que pasou có escándalo dos ERE en Andalucía. Rajoy foi o que aprobou as leis máis importantes para acabar coa corrupción. O PSOE ía ben cando tiña xente seria que lle chamaban baróns, pero os de agora non van máis que ao insulto. Pedro Sánchez é peor que Rubalcaba", corrige al vecino.
ALIADO IDEOLÓGICO
"Somos máis de Rajoy, aínda que se queres máis aínda de Feijóo porque naceu aquí e non se avergoña de pertencer a este pobo", media Lolo, taxista jubilado. "Pois pódelo levar para a túa casa", replica Eulogio antes de levantarse de la mesa y abandonar una conversación en la que difícilmente va a encontrar a un aliado ideológico. "Gústame escoitalos a todos, pero non somos fanáticos porque os políticos acaban facendo o que queren", prosigue Lolo antes de diseccionar al resto de candidatos que aspiran llegar a La Moncloa.
"En política e no fútbol hai que falar con xente que vaia un pouco do teu pau para evitar discusións", sentencia Edelmiro. En ese momento Eulogio probablemente ya haya cambiado de ayuntamiento o de provincia. La confrontacion dialéctica se ha esfumado, pero la conversación sobre la campaña electoral continúa viva. "Os cabezas de lista por cada provincia non se coñecen moito, pero nas eleccións xerais vótase ao partido". La reflexión de Lolo es compartida por su pareja de juego.
IGLESIAS Y RIVERA
La figura de Pablo Iglesias no concita demasiada simpatía en la orilla derecha del Miño, aunque es probable que en la otra tampoco si se tiene en cuenta el resultado de las últimas elecciones municipales y de la media de edad de la población. "A mín non me gusta Pablo Iglesias, paréceme moi lixeiro. O que está prometendo non se pode levar a término e sábeo todo o mundo". Edelmiro no se cree el programa de Podemos ni las prédicas de su mediático líder. Lolo descarta inmediatamente sus opciones de llegar al Gobierno: "Non ten personalidade para ser presidente".
La seducción de Albert Rivera, cabeza de lista de Ciudadanos, entre los electores conservadores descontentos con el liderazgo de Rajoy no ha conseguido prender en estos dos jubilados que no ocultan su simpatía por el PP. "Rivera é un home máis prudente que Iglesias, pero creo que lle falta oficio para gobernar". El pensamiento del agricultor es amplificado por el taxista: "Quere entrar, pero na política e na vida hai que ter experiencia".
El mozo que regenta O Xugo escucha los comentarios con interés pero sin mostrar sus opiniones ni su inclinación política. Tampoco lo hace un cliente que asiste al debate desde la barra. "E agora tamén está Nós, que non sabemos ben que é porque uns do BNG marcharon para Anova, que vai con En Marea, e outros que tamén largaron prefieren agora apoiar a Nós porque non queren ir na lista con Podemos e Esquerda Unida... Xa ves como está o conto."
La fidelidad al PP y a Rajoy parece inquebrantable, pero sobre todo a Alberto Núñez Feijóo, al que aluden en varias ocasiones. "Eu estiven na toma de posesión e presentou con orgullo a xente dos Peares ata á autoridade máis alta. Tamén estivo con nós cando fixemos o Camiño de Santiago e algunha vez veu por aquí a comer con nós". A Lolo le desagrada que alguien pueda cuestionar el amor del presidente de la Xunta por el pueblo en el que nació. Edelmiro tampoco olvida que Feijóo ha cumplido con la promesa de contruir un puente nuevo con una inversión de 2,7 millones para unir las dos orillas del pueblo. Aunque está agradecido es crítico con el emplazamiento elegido: "Eu creo que non é o sitio máis axeitado. Unha inversión tan grande tería que dar máis servizo aos veciños, pero seguramente hai estudos medioambientais que impiden facela noutro sitio". En el pueblo de las dos provincias se impone una opción.
