Pedro Araújo: "En Ciencias facilitamos que el alumno tenga dos carreras en seis años"

Pedro Araújo, en su despacho.
photo_camera Pedro Araújo, en su despacho (Óscar Pinal).
Pedro Araújo es el nuevo decano de la Facultad de Ciencias del Campus de Ourense

Pedro Araújo, profesor titular del Área de Geodinámica Externa y del Departamento de Geociencias Marinas y Ordenación del Territorio de la UVigo, asume un cargo que no le es nuevo. El decano de la Facultad de Ciencias del Campus de Ourense ocupó este puesto hace una década y, además, no es el primer cargo de gestión en la universidad al que se enfrenta. Está vinculado a As Lagoas desde sus inicios, cuando el campus aún era un Colegio Universitario. Ahora vuelve al liderazgo de una facultad que tiene una dualidad importante: las tres titulaciones que se imparten (Ingeniería Agraria, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Ciencias Ambientales) son los grados del Campus en los que más cuesta llenar matrícula. Sin embargo, la investigación que se hace en estas áreas y desde Ourense acaba de colocarse en el “top 15” mundial en Alimentos y en el “top 300” de Agraria.

¿Por qué vuelve al cargo?

Motivado por algunos compañeros, sintiéndome deudor de los apoyos que había tenido y que ahora había que devolver esa demanda que se me hacía.

Actualizar los planes de estudio a la demanda de la sociedad es el primer reto. ¿Cómo se van a reforzar las titulaciones que no llenan matrícula?

Apostamos por un engarce entre las tres titulaciones, creemos que debemos darle una vuelta a los planes de estudio. Es un proceso que se alarga porque pretendemos que participen elementos de la sociedad en esa reflexión y buscando renovarnos y ofrecer la mejor docencia que se pueda. Nuestras titulaciones son especialistas, con un objetivo muy claro y que hoy en día la demanda está más en titulaciones clásicas como Biología o Química y estas otras -las nuestras- tienen menos recorrido. También es cierto que esas carreras están en el Eje Atlántico y las de ciencia especialistas están en el interior, entre Lugo y Ourense. Es algo que hay que tratar de trasladar a la sociedad, la importancia de esas titulaciones, hacerlas un poco más visibles, no solo en el resto de Galicia.

La Facultad de Ciencias de Ourense sí atrae a talento del exterior.

El 80% de estudiantes procede de fuera de la provincia de Ourense. Por lo tanto, eso es bueno. Hay menos presencia de Ourense, quizás por esa proximidad que no nos hace tanto cariño y la gente prefiere buscar nuevas aventuras y otras ofertas fuera.

¿La fórmula de rescate de esas titulaciones con baja matrícula pasa por dobles grados?

Sí. En realidad ya ofrecemos dobles grados, pero no con el nombre. En la práctica. El reto es hacerlo oficial. Las tres titulaciones que tenemos comparten cerca del 50% de su currículo. Un alumno que quiera hacer Ciencia y Tecnología de Alimentos e Ingeniería Agraria lo podría hacer en seis años, y si se siente con más fuerza, en menos. El rectorado facilita los deseos de compartir titulaciones y en menos tiempo se pueden tener esas dos titulaciones. Agraria es ingeniería de carácter verde muy de moda en cuanto a fines profesionales, no tanto en la demanda, lo cual es un poco asombroso. Hay otras ingenierías que no son del campo verde y tienen más demanda, pero hoy el futuro va por este tipo de ingenierías. Nuestra facultad tiene unas titulaciones que son muy permeables, transversales entre ellas. Es lo que pretendemos nosotros. O una visión más ambientalista con Agraria y Ambiental. Con esas tres jugamos con esa doble oferta.

¿Un alumno puede salir en seis años de Ourense con cualquier combinación de Agraria, Ambientales y Alimentos?

Sí. Fundamentalmente a través de Agraria como eje. En seis años se puede hacer perfectamente Alimentos e Ingeniería Agraria o Agraria y Ambientales. Este diseño de titulaciones nos lleva a que un alumno que se matricule primero en una, después de un año de estar moviéndose por la facultad puede decantarse por otra titulación al segundo año. Es factible y no perdería ningún año. Es interesante para la sociedad ourensana, donde Agraria, Alimentos y Ambientales son tres puntos cardinales de nuestra provincia.

Es casi como un modelo de universidad americana: el primer año general y el segundo eliges por dónde tirar.

Sí. Esa transversalidad es incluso un seguro para los alumnos. Es jugar en una red donde lo que han hecho no lo pierden, lo pueden aprovechar para otros fines.

¿Qué lectura hace de que en el ranquin de Shanghai la investigación de su facultad escale puestos y, sin embargo, falta alumnado en las carreras?

Estar en el “top 15” en Alimentos y en el tema Agrario entre las 300 mejores del mundo visualiza a Ourense. No es cualquier cosa. La lectura que hago es que los profesionales que formamos parte del claustro estamos suficientemente preparados y a la espera de dar esa preparación a la sociedad, tanto en investigación como en docencia. A veces no es solamente la facultad en la oferta de las titulaciones, sino que los institutos deben dar una mayor información a sus estudiantes. La sociedad tiene que visualizar que aquí somos capaces de formar a futuros profesionales porque tenemos muy buenas capacidades. Hay gente que prefiere ir a Madrid o Salamanca, el esnobismo está siempre ahí. Pero en provincias también hacemos cosas muy bien.

Llegado el día, la investigación necesitará relevo. 

Esto es como cuando nos alejamos de Ourense y luego vemos que aquí hay buenos medios, buen campus, buenas infraestructuras y una ciudad maravillosa. Debemos creérnoslo como ourensanos.

¿Necesitan más espacios?

Ciencias es un centro que aunque tenemos pocos alumnos tenemos mucha investigación. Los espacios para investigación son muchas veces voluminosos y siempre se necesita un poco más de espacio. Con la creación de la Escuela de Aeroespacial se liberará parte del espacio. 

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