Laza vivió ayer su día grande del Entroido repartiendo bica y licor café en la plaza de A Picota. La jornada comenzó sobre la ocho de la mañana con una descarga de bombas de palenque y la animación musical de las charangas Solana y Trousergas.
Tres horas más tarde, los peliqueiros, la máscara típica del carnaval de la localidad, se vestían por primera vez -era su estrena de traje- para colocarse en fila a lo largo de los accesos a la iglesia parroquial y saludar con su látigo a los vecinos una vez que salieron de misa. El acto es todo un homenaje a la fiesta y que suelen agradecer los asistentes.
Acto seguido, cigarrones y feligreses se encaminaron hacia la plaza de A Picota, situada a escasos 50 metros, para degustar bica elaborada de forma tradicional en los hornos del municipio.
Hasta un centenar de estos deliciosos postres se prepararon, con apoyo del Concello, para la ocasión; algunos cubiertos con una capa de nata, sobre la que había dibujada la careta de peliqueiros. El reparto del dulce es uno de los actos más entrañables de la fiesta, según el alcalde, Xosé Ramón Barreal, porque sirve para profundizar en las relaciones vecinales, sobre todo entre las personas mayores que siempre disfrutaron de la fiesta y ahora no pueden disfrazarse.
La bica congregó a numerosas personas en A Picota, el escenario principal del Entroido de este municipio, donde los peliqueiros, ya por la tarde, se impusieron a latigazos entre todos aquellos que no iban disfrazados o incumplían las normas de la festividad. Por la tarde, Laza vivió su tradicional desfile de carrozas y comparsas, pero éste se vio deslucido por la lluvia, que por momentos se transformó en nieve.
El Entroido de Laza continuará hoy, por la mañana con la farrapada, gitanada y maragatada. Por la tarde, la vaca conocida como morena bajará desde Cimadevila, acompañada de las típicas hormigas, que serán esparcidas por la plaza de A Picota. La jornada finalizará con el reparto de 'cachucha' para que los asistentes repongan fuerzas.
Acto seguido, cigarrones y feligreses se encaminaron hacia la plaza de A Picota, situada a escasos 50 metros, para degustar bica elaborada de forma tradicional en los hornos del municipio.
Hasta un centenar de estos deliciosos postres se prepararon, con apoyo del Concello, para la ocasión; algunos cubiertos con una capa de nata, sobre la que había dibujada la careta de peliqueiros. El reparto del dulce es uno de los actos más entrañables de la fiesta, según el alcalde, Xosé Ramón Barreal, porque sirve para profundizar en las relaciones vecinales, sobre todo entre las personas mayores que siempre disfrutaron de la fiesta y ahora no pueden disfrazarse.
La bica congregó a numerosas personas en A Picota, el escenario principal del Entroido de este municipio, donde los peliqueiros, ya por la tarde, se impusieron a latigazos entre todos aquellos que no iban disfrazados o incumplían las normas de la festividad. Por la tarde, Laza vivió su tradicional desfile de carrozas y comparsas, pero éste se vio deslucido por la lluvia, que por momentos se transformó en nieve.
El Entroido de Laza continuará hoy, por la mañana con la farrapada, gitanada y maragatada. Por la tarde, la vaca conocida como morena bajará desde Cimadevila, acompañada de las típicas hormigas, que serán esparcidas por la plaza de A Picota. La jornada finalizará con el reparto de 'cachucha' para que los asistentes repongan fuerzas.