La fiscal y acusación particular rebajaron su petición inicial de condena al reconocer los hechos
Juan Manuel P.A. reconoció este jueves ante los magistrados de la sección segunda de la Audiencia que abusó sexualmente de un adolescente, que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, mediante tocamientos libidinosos y lascivos. Pero también que lo grabó en vídeo, con su teléfono móvil, para después masturbarse y que descargó vídeos de pornografía infantil delante del menor.
La colaboración del inculpado jugó a su favor ya que la fiscal le redujo la pena a la mitad, con respecto a su petición inicial, un acuerdo que también aceptó la acusación particular. En aplicación de una atenuante muy cualificada de reconocimiento de los hechos, la condena quedó en casi seis años de prisión: dos años y un mes meses de cárcel por un delito de abusos continuados a un menor, seis años de inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular o directo con menores de edad y alejamiento (a 200 metros) y comunicación con respecto a la víctima durante cinco años. Por el delito continuado de elaboración de material pornográfico, tres años y 10 meses de cárcel, ocho de inhabilitación y alejamiento durante cinco años. Mientras, por el delito de tenencia de pornografía infantil, multa de tres meses a razón de tres euros al día.
A todo ello, debe sumar una libertad vigilada durante cinco años, toda vez que salga de prisión cuando se ejecute la sentencia. Ya cumplió casi un año, ya que estuvo en prisión provisional desde el 11 de octubre de 2016 al 7 de julio de 2017, cuando se le dejó salir pero con una medida de alejamiento con respecto al perjudicado..
Asimismo, el condenado deberá abonar una indemnización de 6.000 euros a favor de la Xunta, quien ostenta la tutela de la víctima desde que se denunciaron los hechos, por el daño causado al joven. El menor, a consecuencia de estos hechos, padece malestar psicológico que se traduce, tal como determinaron los peritos durante la instrucción, en ansiedad e ira latente.
Logró engañar a la víctima dándole dinero y el móvil
El inculpado conocía al menor porque vivían en la misma localidad, dentro del partido judicial de Ribadavia. Para ganarse la confianza del niño y que acudiera a su casa, le entregaba pequeñas cantidades de dinero o le permitía utilizar su propio teléfono móvil, con conexión a internet.
De esta forma, superó la iniciales reticencias del perjudicado y lo persuadió para que se desnudara en el dormitorio del domicilio particular . No sólo lo tocó sino que lo grabó, sin que el menor se diera cuenta. Utilizaba esos vídeos para excitarse y masturbarse, tal como llegó a reconocer
También utilizó el móvil para bajar de la internet vídeos de pornografía infantil, los cuales le servían para su excitación sexual, unas veces a solas y otras en compañía del menor.
