Los vecinos de la parroquia carballiñesa de Santa Uxía de Lobás, sobre todo los de las localidades de Paradela y Bagarelas, viven en un continuo temor a que les quemen sus viviendas. Más de 30 incendios provocados han tenido que soportar desde el pasado mes de junio, según confirmó la agrupación local de Protección Civil, de los cuales, en torno a 10 se han producido en la última semana.
El pueblo de Paradela, habitado por cinco vecinos, sufre prácticamente todos los días un incendio, a veces incluso dos, y casi siempre originados en dos puntos distintos y simultáneos. Siempre en las proximidades de las casas, ya sea hacia la localidad cercana de Mosteiro, o hacia Boedes. El último fuego prendía en la mañana de ayer y una vez más debieron intervenir los operarios de extinción de la Consellería de Medio Rural, que se mantienen alerta cada día a la entrada del pueblo. Concretamente, ayer se encontraban en la zona dos camiones con los correspondientes conductores, porque el jueves se producían otros dos conatos cerca de Bagarelas.
La continua alerta de los vecinos y la presencia de los efectivos evita que los incendios se propaguen, pero a poca distancia de las casas es fácil observar los rastros de las llamas.
'Esto é un misterio, empezou en agosto, queimando un cabaceiro, e dende aquela hai incendios casi tódolos días, a veces dous, e a distintas horas', apunta José Lorenzo, vecino de Paradela. Su versión la corroboraban los demás habitantes de la aldea y uno de los operarios de la Xunta. El miedo a que el pirómano vaya más allá y se acerque a las casas está latente entre todos ellos.
Fuentes de la Consellería de Medio Rural confirmaron que tienen constancia de una mayor incidencia de incendios en ese entorno durante la segunda quincena de septiembre, si bien los habitantes aseguran que la situación se prolonga desde agosto.
La Policía Autonómica se encarga de las investigaciones, aunque por el momento han resultado infructuosas, porque nadie ha visto al autor o autores ni tampoco se encontraron artefactos para provocar el fuego, lo que hace sospechar que simplemente se utilizan cerillas o mechero. Los vecinos aseguraron que los agentes acuden casi a diario a inspeccionar los alrededores.'Non se sabe quén os provoca, pero son continuos, só o xoves recibín cinco alarmas nesa zona', manifestó el responsable de Protección Civil, Juan Míguez.
La continua alerta de los vecinos y la presencia de los efectivos evita que los incendios se propaguen, pero a poca distancia de las casas es fácil observar los rastros de las llamas.
'Esto é un misterio, empezou en agosto, queimando un cabaceiro, e dende aquela hai incendios casi tódolos días, a veces dous, e a distintas horas', apunta José Lorenzo, vecino de Paradela. Su versión la corroboraban los demás habitantes de la aldea y uno de los operarios de la Xunta. El miedo a que el pirómano vaya más allá y se acerque a las casas está latente entre todos ellos.
Fuentes de la Consellería de Medio Rural confirmaron que tienen constancia de una mayor incidencia de incendios en ese entorno durante la segunda quincena de septiembre, si bien los habitantes aseguran que la situación se prolonga desde agosto.
La Policía Autonómica se encarga de las investigaciones, aunque por el momento han resultado infructuosas, porque nadie ha visto al autor o autores ni tampoco se encontraron artefactos para provocar el fuego, lo que hace sospechar que simplemente se utilizan cerillas o mechero. Los vecinos aseguraron que los agentes acuden casi a diario a inspeccionar los alrededores.'Non se sabe quén os provoca, pero son continuos, só o xoves recibín cinco alarmas nesa zona', manifestó el responsable de Protección Civil, Juan Míguez.
