Suciedad en la zona y hurtos en un puesto la pasada madrugada les llevan a arreciar sus críticas
Con la vuelta del verano el problema del tradicional botellón en la zona de la plaza de abastos de As Burgas y la Alameda ha retornado con más fuerza que nunca. Tras un tiempo de relativa calma, los placeros han denunciado robos y destrozos en algunos de los puestos, además de la ya habitual suciedad y vandalismo.
La situación ha obligado a los comerciantes a tomar medidas y el próximo lunes presentarán un escrito en el Concello denunciando el estado en el que queda la plaza tras juergas de jueves, viernes y sábados en esta céntrica zona de la ciudad. Emilio González, presidente de empresarios del recinto, explicó la impotencia que sienten al intentar fomentar el emprendimiento en la plaza y encontrarse con estos problemas.
González, reconoció que lo que le había "dolido especialmente" fue uno de los tres robos que sufrieron el pasado viernes de fiestas. En concreto, el que vivió la joven emprendedora Jenniffer Sotelo, que en pleno desarrollo de su negocio, abierto hace solo cinco meses, se encontró con una escena que le indignó: “Entráronme polo tellado, rompéronme a uralita e o pladur, doblaron o teito e entraron. Roubáronme na caixa rexistradora 20 euros de cambio, e outros 25 que tiña nun peto, tamén dúas botellas de viño, tartas, bandeixas de pasteles… Había botellas e estaba todo mexao”.
La joven empresaria reconoció que tenía todos sus ahorros invertidos en el negocio y lo “desmotivador” que le había resultado lo que se había encontrado, una imagen que incluso le hizo incluso plantearse si el esfuerzo "merecía la pena".
La empresaria se une a las voces de sus compañeros en la plaza para denunciar la falta de vigilancia durante los fines de semana, porque, ella misma reconocía: "Aquí non hai vixiancia nin hai nada". Este problema de falta de seguridad afecta especialmente a la zona del Rianxo, donde ella tiene su negocio y donde se sufren con especial intensidad las consecuencias del botellón. Allí se sucedieron los tres robos de la pasada semana.
Emilio González, admitió que durante las fiestas de Ourense "fue un verdadero escándalo", pero que después de su final, la situación no ha mejorado, más bien lo contrario, ya que este fin de semana han tenido que "levantar al personal de la plaza a las dos de la mañana para que fueran a limpiar y para que la gente del Rianxo pudiera despachar jueves y viernes".
El presidente de la plaza pide que se "ponga fin" a esta situación, que califica de "lamentable" y que afecta también a la Alameda y a la pasarela del Barbaña, en un estado "intransitable" debido a la cantidad de basura acumulada durante la noche. Desde la plaza de Abastos mantienen la esperanza de que si se consiente el botellón, como hasta ahora, al menos se pongan los medios necesarios para que "a las dos o tres de la mañana todo vuelva a estar limpio y acondicionado para que los comerciantes puedan ir a trabajar", dice González.
