Los fondos contra la crisis, que emplearon a 916 personas, obligan a hacer ajustes para garantizar su conservación anual

El Plan E trajo 88 obras a la ciudad pero costará un millón mantenerlas

Parque Avilés de Taramancos. Fue construido con cargo al Plan E y costó casi 600.000 euros (Foto: Archivo)
Apenas un mes después de que el Estado abonase la factura de la última obra -en la ciudad el parque forestal o jardín botánico, según se mire, de Montealegre- financiada con cargo a esos planes que puso en marcha el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero para ayudar a los concellos y crear empleo, ¿qué queda en la capital de la provincia del Plan E de 2009 y de su sucesor, el Fondo Estatal para el Empleo (FEIL), en 2010?
En grandes y oficiales cifras, el resultado no es otro que 88 proyectos realizados y ejecutados y otros nueve más de acciones en materia social, más de 29,2 millones de euros invertidos en total y 916 puestos de trabajo creados que giraron en torno a estas dos iniciativas.

Es, en efecto, un nutrido grupo de servicios pero sobre los que tanto partidarios como detractores coinciden en señalar que la premura con la que los concellos, el de Ourense también, tuvieron que seleccionar y ejecutar las iniciativas no siempre fue una buena consejera a la hora de evaluar los gastos que después acarrearía el mantenimiento de ese largo listado de nuevas instalaciones. Porque ese es ahora el problema, la gestión y la intendencia de los nuevos servicios, el gasto corriente de su funcionamiento, justo en un momento de duros ajustes para los municipios, también para el de Ourense.

En el caso de la ciudad, el Plan E dejó nuevos equipamientos pero también costes anuales de mantenimiento que fuentes municipales consultadas sitúan ya en torno al millón de euros anuales, lo que obligará al gobierno local a un verdadero encaje de partidas presupuestarias para sostenerlos. Esa suma sería la resultante estimada -aún no hay una cuantía fija porque varias instalaciones están cerradas- de los gastos anuales de suministro eléctrico o de calefacción, abastecimiento de agua, limpieza, personal y, en algunos casos, programación de actividades, porque entre los nuevos servicios están los centros cívicos, destinados a programación cultural y de ocio para los vecinos. Son con cargo a este Plan los de Ceboliño, A Ponte, 'As Termas' y Seixalbo, un Centro de Información á Muller, un Centro da Mocidade, la rehabilitación de un edificio para la Concejalía de Urbanismo, un renovado y no exento de polémica Campo de la feria, nuevos parques, como Avilés de Taramancos, y numerosas aceras y áreas urbanas renovadas en prácticamente todos los barrios de la ciudad y en parroquias rurales del municipio. De hecho, las 'humanizaciones' y zonas verdes se llevaron, respectivamente, el 16 y el 38% de los primeros fondos estatales, que arrancaron en 2009 y ascendieron a 17.724.558 euros (sin contar los inmuebles construidos).

Edificios aún cerrados
A pesar de que algunas de las obras de mayor coste del Plan E todavía están cerradas -como el propio Montealegre, la Casa da Mocidade, el spa del Pabellón de Os Remedios o el centro cívico de Seixalbo-, el alcalde, Francisco Rodríguez cree que 'non hai lugar para arrepentirse. Montealegre levaba 30 anos sen que ninguén se acordara del. Son instalacións que obviamente esixen poñelas en funcionamento pero tamén é certo que a situación na que nos atopamos agora é diferente á que había cando empezaron esas obras', cuando las administraciones aún no conocían de todo el alcance de la crisis económica de tan sólo dos años después. Para él, el retraso en la puesta en marcha de estas infraestructuras no le impide sentirse 'moi orgulloso' de haberlas programado. La demora en el funcionamiento se deriva en algunos casos de que no estén aprobados los presupuestos municipales de este año, si bien el centro cívico de Seixalbo tiene prevista su apertura este mismo mes. El viernes, el pleno municipal vetaba, con la mayoría del gobierno local, una petición del PP para que se abriesen de inmediato los inmuebles acabados y pendientes, aunque el concejal de Economía, Agustín Fernández, avanzó que todos ellos abrirán, aunque 'poco a poco' porque no es 'fácil' mantenerlos.
Por su parte, el casi millar de personas que, según las cifras oficiales, trabajaron en estas obras permitió que el sector de la construcción sobrellevase mejor los primeros golpes de la crisis inmobiliaria. De hecho, el volumen de obra pública se desplomó drásticamente tras acabarse las obras del Plan E y es ahora cuando 'se está notando' la escasez de carga de trabajo, según el presidente de la asociación de empresarios de la construcción, Eligio Nieto.

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