José Luis Pérez Rodríguez, de 29 años, el nieto y presunto homicida de la mujer que apareció muerta el pasado miércoles, Dolores Rodríguez Míguez, en su domicilio de la céntrica calle Concejo de la ciudad, permanecía en la ciudad en el momento en que fue hallado el cadáver, al parecer, mostrándose totalmente ajeno a lo que estaba sucediendo en la vivienda, que también era la suya.
La Policía Nacional fue alertada de su presencia en el casco urbano ourensano. El aviso no ofrecía ninguna duda y los agentes acudieron de inmediato al lugar, pero cuando llegaron ya se había marchado sin dejar rastro.
En ese momento, el cadáver de su abuela (falleció tras recibir varios martillazos en la cabeza) era trasladado al CHUO para prácticarle la autopsia y a la Policía Nacional ya no le quedaba ninguna duda: su nieto era el principal sospechoso del homicidio.
Así su detención se convirtió en prioritaria dentro de la Comisaría. Desde entonces, los agentes 'peinan' la ciudad para dar con su paradero, llegando incluso a establecer turnos en torno a las zonas de 'trapicheo' de droga ante la sospecha de que puede acudir a uno de los puntos a comprar una dosis dada su dependencia a la cocaína.
INTERROGATORIOS
Los policías, que tienen identificado su vehículo, un Renault Megane, también controlan las estaciones de autobuses y ferrocarril ante la sospecha de que pueda abandonar la ciudad en transporte público. Los investigadores tienen la certeza de que está en la ciudad, oculto en algún inmueble abandonado, monte o la vivienda de un amigo y que tarde o temprano tiene que salir a la calle.
Los agentes ya interrogaron a sus amigos y conocidos, incluida a su compañera sentimental, por si su testimonio podría arrojar luz sobre su paradero.
La policía remitió una fotografía suya a todas las comisarías del territorio nacional ante la posibilidad de que ya abandonara la ciudad y los agentes pudieran avistarlo e identificarlo. Es más, una patrulla se desplazó ayer a Vigo, donde, según pudo saber este periódico, está siendo buscado al residir en esta ciudad familiares y conocidos suyos.
En ese momento, el cadáver de su abuela (falleció tras recibir varios martillazos en la cabeza) era trasladado al CHUO para prácticarle la autopsia y a la Policía Nacional ya no le quedaba ninguna duda: su nieto era el principal sospechoso del homicidio.
Así su detención se convirtió en prioritaria dentro de la Comisaría. Desde entonces, los agentes 'peinan' la ciudad para dar con su paradero, llegando incluso a establecer turnos en torno a las zonas de 'trapicheo' de droga ante la sospecha de que puede acudir a uno de los puntos a comprar una dosis dada su dependencia a la cocaína.
INTERROGATORIOS
Los policías, que tienen identificado su vehículo, un Renault Megane, también controlan las estaciones de autobuses y ferrocarril ante la sospecha de que pueda abandonar la ciudad en transporte público. Los investigadores tienen la certeza de que está en la ciudad, oculto en algún inmueble abandonado, monte o la vivienda de un amigo y que tarde o temprano tiene que salir a la calle.
Los agentes ya interrogaron a sus amigos y conocidos, incluida a su compañera sentimental, por si su testimonio podría arrojar luz sobre su paradero.
La policía remitió una fotografía suya a todas las comisarías del territorio nacional ante la posibilidad de que ya abandonara la ciudad y los agentes pudieran avistarlo e identificarlo. Es más, una patrulla se desplazó ayer a Vigo, donde, según pudo saber este periódico, está siendo buscado al residir en esta ciudad familiares y conocidos suyos.
