La operación Couso desarticula una red que las captaba en Brasil y las prostituía en Ourense
La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Polícia Federal de Brasil, liberó a seis víctimas de explotación sexual y detuvo dos personas en Oviedo al desarticular una organización criminal. El entramado captaba mujeres de origen brasileño y luego las forzaba a ejercer la prostitución en Galicia y Asturias. Ourense era uno de los puntos donde operaba la red.
Según explicaron fuentes policiales, la organización ofrecía en Brasil falsas promesas de trabajo en España. Así captaban a sus víctimas. Incluso llegaron a falsificar certificados covid cuando se exigían para cruzar la frontera. Cuando llegaban al país, les exigían una deuda de 10.000 euros que iba aumentando progresivamente a través de “multas” por “manutención, domicilios empleados a modo de prostíbulo o casas de citas y cualquier retraso en el cumplimiento de las normas que les imponían”, relatan desde la Policía.
Para saldar la “deuda”, forzaban a las mujeres a prostituirse bajo amenazas y violencia. También les suministraban estupefacientes para ofrecérselas a los clientes.
Desde la Policía explican que los integrantes del entramado “ejercían un control absoluto sobre las víctimas”. Les arrebataban el teléfono y la documentación, y las encerraban para prostituirlas bajo una estrecha vigilancia que no cesaba durante las 24 horas del día. Los criminales rotaban las mujeres por diversas ciudades, una de ellas, Ourense.
Una vez que la organización criminal consideraba que las víctimas habían saldado su deuda, “las expulsaba de la casa en la que se encontraran en ese momento y las dejaba a su suerte en el territorio español”.
Cooperación con Brasil
La cooperación con las fuerzas de seguridad brasileñas fue clave para desbaratar el entramado. La operación Couso -así la bautizaron- se inició a raíz de una denuncia de la Asociación de Travestis y Transexuales de la provincia brasileña de Goiás.
Tras la investigación, se descubrió un entramado “con vínculos afectivos y familiares y una fuerte infraestructura, dado que los miembros de la organización estaban especializados en áreas delimitadas como la captación, recepción y acogimiento”. Explotaban sexualmente, detalla la Policía, “a mujeres y transexuales vulnerables”.
A los detenidos se les atribuyen los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución, contra la salud pública, amenazas graves, blanqueo de capitales, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Desde la Policía recuerdan que existen un teléfono (900 10 50 90) y un correo ([email protected]) para denunciar este tipo de delitos. La llamada no queda reflejada en la factura.
