La crisis sanitaria del coronavirus ha dejado al descubierto otra brecha, la digital, especialmente entre los estudiantes del rural. La situación económica de las familias y su geolocalización juegan una mala pasada para el alumnado y más en tiempos de aislamiento. Sabedores de esta problemática, el bufete de abogados Xurisgal ha hecho posible que cuatro estudiantes de Secundaria cuenten con un equipo informático con el que estar al día en la actividad académica, pero que también les sirva de vía de escape en el ámbito social y de ocio. "Nuestros hogares tienen dos puertas, la física que ya la tenemos cerrada, y la virtual. Si esta última también está cerrada, estamos doblemente confinados", explica Amadino Pereira de Xurisgal, quien ha alquilado a una empresa local los cuatro portátiles que ya están en los hogares de otros tantos jóvenes de la comarca. "Se ha hecho sin los filtros de servicios sociales, pero sí hablando con el Instituto de Celanova, y creo que hemos acertado", matizaba.
La otra cara de esta moneda solidaria, la de los chavales, irradiaba un agradecimiento infinito. "Estoy muy contento", alcanzaba a decir uno de ellos sobre la posibilidad de contar con un ordenador que les conectará con el mundo exterior, al menos durante el tiempo que dure el aislamiento. Para llevar a cabo la entrega, y no saltarse las medidas decretadas en el estado de alarma, los protagonistas hicieron partícipes de la entrega a la Guardia Civil, cuyos agentes del puesto de Celanova aportaron su granito de arena con el traslado de uno de esos equipos hasta un pueblo de Quintela de Leirado.
Las familias han firmado un documento de préstamo gratuito del durante el mes. "Si esto se prolongase o si se viese la conveniencia de que se quedasen con los portátiles, trataríamos de gestionar la compra con una pequeña aportación de 10 euros al mes", apuntaba el benefactor y padre de dos adolescentes, quien considera que esta crisis tiene que servir para eliminar las barreras digitales y que las administraciones "puedan tener un parque de ordenadores para prestar", concluía.
